Es tan lamentable cuando un animalito cae en las manos incorrectas. No imaginas todo el dolor que un perro o un gato puede experimentar cuando las personas que dicen estar dispuestas a comprometerse con sus cuidados y sus atenciones fallan por indiferencia, ira o soberbia.
¡Cuánto nos indignan ver casos como el de Bob cada día! Algunas mascotas se salvan de la negligencia de sus amos, pero… No imaginas cuánto tiempo les toma a algunas volver a ser felices, mientras que otras… ¡Otras ni siquiera viven para contarlo!
El pobre Bob había estado dos días atado a la intemperie
El caso de hoy es de esos que realmente nos entristecen, porque es sorprendente que una mascota tan joven, que en teoría debería estar tan llena de vida, sea abusada a un modo que todas sus oportunidades se cierran.
Así es… No siempre tenemos finales felices para contar y no sabes cuánto nos duele saber que algunos lo logran, pero otros tantos se rinden en el camino, con su amoroso y leal espíritu quebrado por la soberbia, la incomprensión y la crueldad de personas sin sentimientos.
La dura realidad de Bob, después de que fuese abandonado a su suerte:
Bob apenas si podía ladrar, pero él pidió ayuda después de todo. Se escuchó al perro ladrando desde el bosque, y un niño fue a buscarlo y lo que encontró fue a un cachorro atado a un árbol sin comida ni agua.
Hacía mucho calor afuera, y resultó que el perro había estado allí durante dos días completamente solo.
Bob estaba calvo de sarna y severamente deshidratado y hambriento. Por si esto fuese poco, sobre el animalito pesaban lesiones muy severas que a cualquiera, a cualquiera le habría partido el corazón.
El perro fue llevado al veterinario en estado crítico. Inmediatamente le recetaron analgésicos, antibióticos y un antiinflamatorio. El dulce niño movió la cola quizás sabiendo que finalmente estaba en buenas manos. Empezaba a verse mejor, pero el daño ya estaba hecho tratándose del pobrecito Bob.
Su apariencia era realmente lamentable
Desafortunadamente, Bob sufrió una insuficiencia respiratoria y terminó falleciendo. Pero su muerte no fue en vano… ¡El buen perro pasó sus últimos días rodeado de amor sabiendo lo que era ser una mascota!
Pudo descansar en paz y no se marchó de este mundo sin experimentar, aunque solo fuese un poco, el amor que algunas personas pueden ofrecer desinteresadamente.
Por desgracia y aunque lo intentó, Bob no pudo quedarse entre nosotros
Sabemos que esta historia es sumamente triste, pero te invitamos a compartirla, porque sólo así evitaremos que otros animales corran la misma suerte de Bob. ¡Vuela alto, angelito!