El silencio ante la injusticia llega a convertirte en cómplice de los actos más desalmados. Aunque no hayas sido precisamente el autor material, saber que la vida de alguna criatura está en peligro y no hacer nada para cambiarlo te hace partícipe silencioso en ese delito.
De este modo lo entendió Sonia Martins, una mujer del municipio de Peña en el estado de Santa Catarina (Brasil), que alzó la voz ante el atropello que se cometió contra una perrita.
Meg fue dejada de lado por sus antiguos dueños y la pobre se echó a morir.
La perrita de 13 años vivía con una familia cerca de la residencia de Sonia pero cuando decidieron mudarse, no contemplaron incluir a la mascota anciana entre sus planes.
Del modo más cruel, estas personas dejaron de lado a la criatura que les entregó los mejores años de su vida. Ellos simplemente se mudaron y dejaron a Meg abandonada en la antigua casa.
Ese acto rompió el corazón de la peluda.
Los vecinos se dieron cuenta de la situación al escuchar el llanto constante de la perra anciana y decidieron ir a inspeccionar.
Sonia quiso acercarse y dejó un poco de comida y agua a la perrita pero esta se resistía a alimentarse, sumida en el dolor parece que Meg se había echado a morir.
Sentir el rechazo de los seres a los que amas fue un golpe duro para su corazón.
Sonia no pudo ser indiferente ante la situación y decidió recurrir a las redes sociales para denunciar la situación de Meg.
“Cachorra de 13 años fue dejada atrás, los dueños se mudaron y ella infelizmente no entraba en el cambio, no quiere comer ni beber agua. Se mudaron ayer, así que desde ayer (17 de octubre) no se alimenta y está en la casa sola en la oscuridad. Está triste, necesita ser rescatada de forma urgente”, publicó en Facebook la vecina.
Al parecer la perrita se encuentra en una carrera contra el tiempo, pues debe abandonar pronto la propiedad que ha sido vendida. Por ese motivo Sonia utilizó sus redes para apelar a un corazón generoso que se anime a adoptarla.
“Ayúdenme, por favor, está en Peña, zona este. Se llama Meg, ya está castrada, es de porte pequeño para mediano y gordita, ama la galleta de maicena. Sólo tiene unas semanas para salir de allí”, agregó.
Las imágenes de Meg tirada en el suelo y sin ánimo conmovieron a miles de usuarios, quienes además se mostraron indignados por el abandono que la perrita sufrió.
Es lamentable que una familia aparte de su lado a un ser vivo que los cuidó y llenó de amor por años, pues de no haberla podido llevar con ellos lo menos que podían hacer era reubicarla.
Ahora esta peluda sólo quisiera volverlos a ver.
Sonia ha iniciado esta campaña generosa para intentar encontrarle un dueño verdaderamente responsable a Meg, la peluda no merece sufrir más por el abandono. Por ese motivo nos animamos a multiplicar su historia para que algún local se anime a ser ese padre o madre amorosa para la perrita anciana que tanto lo necesita.
Por favor ayúdanos a encontrar el mejor dueño para Meg, comparte su caso y haz posible escribir un futuro mejor para la peluda ¡Comparte y rechaza contundentemente su abandono!