Omar El Oud, de 17 años, y amante de los animales, estaba pescando con Ali Bazzi, su padre, cuando vio a un pájaro blanco grande en medio del agua.
A medida que se acercaban, se dieron cuenta de que era un pelícano varado y que necesitaba ayuda.
Estaba sangrando por una pata, tenía las plumas cortadas, estaba muy sucio y tenía fiebre. Llevaron al pelícano, a la orilla y Omar investigó cómo cuidarlo.
Gracias a la ayuda del grupo de rehabilitación de vida silvestre Lebanese Wildlife, el pelícano llamado Ovi pudo recuperarse.
“En menos de un día se convirtió en un pájaro muy amigable conmigo. Es un animal muy inteligente”, dijo Omar.
Ali, gerente del restaurante Abou Mounir Fishery, en Beirut, Líbano, que se encuentra junto al mar, sabía que Ovi estaría a salvo en el puerto deportivo.
En poco tiempo proteger y cuidar a Ovi se convirtió en un esfuerzo comunitario.
Omar alimentó a Ovi en el puerto deportivo hasta que este bello animal se enteró de dónde venían los peces y desde entonces se convirtió en el mejor cliente del restaurante. Ovi entra para tomar un refrigerio varias veces al día.
Aunque Ovi ignora a la mayoría de las personas, tiene un vínculo muy especial con Omar y su padre.
A Ovi le encanta que le rasquen la espalda y el pecho, pero solo con aquellos que se siente cómodo.
“Se pavonea, come y controla a todos. Cuando no le gusta el pescado, lo tira al suelo. A veces nos sigue e incluso intenta comunicarse con nosotros verbalmente”, dijo Omar.
Ovi se ha convertido en una especie de mascota para el restaurante, pero la familia desea ser un ejemplo de cómo interactuar adecuadamente con la vida silvestre.
So I was having a bite with a couple of friends by the corniche when this fella wonders in. Apparently, he's been visiting for the past month, looked after by the cafe owner and fishermen. And for a few minutes, the world was beautiful again. #Beirut pic.twitter.com/EGQSnq0gXE
— Lin Noueihed (@LinNoueihed) September 9, 2020
“Con suerte, no se volverá doméstico y volverá a migrar. Queremos que tenga una vida que debería tener un pelícano», agregó Omar.
La esperanza de la familia de que Ovi vuelva a su hábitat natural probablemente nunca se materialice, advirtió Alexandra Youssef, de Lebanese Wildlife, porque sus alas estaban cortadas. Seguro fue capturado para la venta como mascota o para taxidermia en el mercado negro.
Las alas de un pelícano tardan entre seis meses y un año en volver a crecer, y durante este tiempo Ovi ya se ha acostumbrado a los humanos, lo que significa que de regresar a la naturaleza podría caer en las manos equivocadas.
Ovi vive ahora a pocos metros del restaurante en una bahía de pescadores y disfruta nadando cerca de sus barcos.
“Esta es la situación más ideal. Sería abusivo ponerlo en una jaula”, dijo Alexandra.
Omar revela que no quiere que el animal viva estresado y por eso los clientes no lo pueden tocar.
“Un cliente trató de abrir su pico a la fuerza para poner un pez en él. Tuve un pequeño problema con eso”, reveló Omar.
La familia siente que su presencia está ayudando a los lugareños a respetar la vida silvestre en un país donde se cazan ilegalmente tres millones de aves cada año.
«El Líbano es la segunda ruta más importante de migración de aves en el mundo y uno de los peores países para la caza, junto con Italia, Egipto y Siria», dijo Alexandra.
«La vida son aves, animales, peces, árboles, el mar y el río, y tenemos que entenderla para vivir», expresó Ali.
Comparte esta emotiva historia, afortunadamente este pelícano tuvo un final feliz.