La mala reputación que existe entre la convivencia de perros y gatos es cosa del pasado, pues la especie queda de lado cuando lo que une a las criaturas es el amor. De este modo le sucedió a la esposa de un joven bombero en Bélgica, quien decidió relatar por Reddit la historia de su gatito rescatado, Azmael.
Este minino se encontraba sólo y ahora tiene una hermosa familia perruna.
Cuando el esposo de Nathalie decidió sacar a Izmael de las calles lo llevó a casa con mucho temor, él ya tenía mascotas y no sabía cómo sería la convivencia.
Se trataba de una pareja de peludos de gran tamaño y un hermoso corazón que decidieron hacer del gatito su hijo.
Este minino tiene unos padres poco habituales.
Al principio los canes estaban un poco extrañados con la presencia del nuevo inquilino y decidieron guardar distancia. Pero Izmael se vio atraído por el perrito y despertó en él el verdadero instinto paterno.
“El primer día que el gatito estuvo en nuestra casa, notamos que sólo tenía ojos para nuestro Pastor Suizo. Al principio, el perro no estaba seguro de qué se suponía que debía hacer con la pequeña criatura «¿es comida? ¿Un juguete nuevo?», Pero después de unas horas, decidió que el gatito era un nuevo amigo”, descibió Nathalie en la red social.
Conforme fueron pasando los días, Izmael se sentía más a gusto en casa y los perros también se habituaron a su presencia, tanto así que lo dejaban retozar sobre sus grandes cuerpos. Aunque el papá canino fue el primer gran amigo de este gato, poco después la perrita también se fue ganando su cariño.
«¡Te quiero mucho papito, miau!»
Ambos canes tomaron una postura protectora con Izmael que ahora es el niño consentido de la casa. Pero el amor ha llegado más allá y la pareja se creen los padres reales de esta criatura, aunque su especie sea tan diferente.
«Se hizo cargo de la criatura que, a su vez, intentó amamantar de la perrita. Tienen una relación muy especial. El gatito decidió que nuestro Pastor era la mejor almohada del mundo. Más tarde, también se convirtió en el mejor amigo de nuestro otro perro, Nimue”, dijo Nathalie.
Ahora la familia está integrada por otros dos gatitos pero ninguno ha sido tan curioso como Izmael. Según relató Nathalia, “es como el amor n si él se creyera de otras especie”.
Este pequeño tiene apariencia de felino pero su espíritu es canino y por ese motivo no se separa de sus papitos ni un instante. En definitiva, Izmael está absolutamente convencido de que es un perro pequeño con dos padres gigantes ¿quién podría llevarle la contraria?
La vida en la calle quedó atrás y ahora Izmael está más que cuidado por sus papis caninos, comparte su historia y envíales a todos tu entero cariño.