Son muchos los animalitos que pueden verse a diario vagando solos por las calles. Estos pequeños parecen totalmente expertos e independientes, pero la verdad es que en ese estado corren más de un peligro. Si de por sí no tener un hogar es algo muy difícil para ellos, vivir en grandes urbes puede resultar realmente extremo para muchos.
El perrito de esta historia lo aprendió muy bien al quedar atrapado en una botella.
Desesperado y al borde de la asfixia encontraron los voluntarios de Malaysia Animal Association al animalito, cuando este vagaba por una carretera poco transitada.
Algunos vecinos se habían percatado de la situación e intentaron ayudar, pero el perro asustado terminaba por huir. Él pobre no podía entender lo que sucedía y sólo quería zafarse del problema sin dolor.
Posiblemente el can creyó que iban a lastimarlo, aunque sólo querían salvarlo.
Por fortuna, uno de los vecinos lo reportó y fueron los miembros del Equipo de Ejecución del Departamento de Servicios Veterinarios del Estado de Melaka (DVS), quienes acudieron exitosamente al llamado.
El asunto no fue un trabajo fácil, pues el perro se mostró algo violento. Por esa razón, los rescatista debieron utilizar una maya para atrapar e inmovilizar al asustado animal. Sujetar su cabeza no fue un trabajo sencillo pero una vez puesto en marcha, parece que el agresivo peludo entendió que iban a rescatarlo.
En este punto el pobre se quedó inmóvil y facilitó el trabajo.
El hombre que lideró el rescate utilizó sus propias manos para zafar al perro de la botella. No se explican cómo pudo llegar hasta allí, ni cuánto tiempo había vagado en esa condición pero sabían que iban a liberarlo.
Este fue el recipiente en el que el amigo de cuatro patas estuvo a punto de morir.
La extracción fue realizada con éxito y el perrito no sufrió ninguna lesión, sólo estaba asustado y la razón era evidente
“Se informa que el perro fue salvado, está sano y ha sido devuelto a su vida normal. Felicitaciones y gracias al equipo por su arduo trabajo”, escribió Asociación de Animales de Malasia en Facebook.
El pobre huyó despavorido apenas supo que era libre de nuevo.
La botella en la que se atascó el perro era de un tamaño considerable, probablemente se haya introducido en ella con la intención de tomar o comer algún contenido de allí. En este caso no sólo el abandono animal es realmente lamentable, sino que se refleja el serio problema de contaminación que también arropa a tantas ciudades.
El perrito se salvó de lo peor gracias a esos buenos samaritanos, comparte este caso y envíale tus bendiciones al peludo.