Las historias de perritos que son maltratados nos rompen el corazón. Afortunadamente, muchos logran sobrevivir gracias al apoyo que reciben de personas que más que sus rescatistas se convierten en verdaderos ángeles.
Valente es un perrito que fue abandonado en una caja de cartón en un terreno baldío, su dueño no tuvo ni una gota de sensibilidad, lo abandonó en medio de una tormenta con toda la intención de que muriera.
El perrito fue rescatado en Minas Gerais, Brasil.
Por su crítico estado de salud es posible que el perrito haya estado al menos 4 días acostado en la caja al borde de la muerte, estaba cadavérico, con la mirada perdida y luchando por respirar.
Estaba allí con la boca ligeramente abierta y apenas se movió. Era solo cuestión de tiempo antes de que tomara su último aliento. Una mujer logró verlo, y se puso a llorar pensando en que había llegado demasiado tarde, y que había muerto solo.
No fue sino hasta que esta buena samaritana descubrió que jadeaba, que se dijo que agotaría su último esfuerzo por salvarlo.
El principal objetivo era estabilizar sus signos vitales.
Rápidamente, la mujer llamó a un grupo de rescate quienes no dudaron en llegar, hambriento y muy asustado, el perrito ni siquiera podía mover su cuerpo.
Lo trasladaron a un centro clínico veterinario donde comenzó un largo proceso de recuperación, junto a él estaba un grupo de personas maravillosas que no descansarían hasta verlo sano y feliz.
El perrito recibió toda la atención y el amor que nunca antes había experimentado.
Valente, a pesar de no tener la fuerza suficiente no se rindió, poco a poco realizaba pequeños gestos que demostraban cuán aferrado estaba a la vida.
Debido a su delicado estado de salud necesitaba atención especial y observación las 24 horas del día. Después de un tiempo lograron estabilizar al dulce perrito, una pequeña victoria en medio de tanto caos.
Cada día demostraba que quería seguir con vida.
Con un largo camino por recorrer, Valente empezó a animarse, tras varios recibiendo comida especial, líquidos y antibióticos intravenosos ya tenía otra carita, pequeños rayos de felicidad brotaban de sus ojos.
Aunque estaba débil para levantarse solo, lo intentaba y no dejaba de sonreír en el proceso. Sin duda, la mejor señal para quienes han sido testigos directos de su recuperación.
Indefenso y sumergido en una caja de cartón sacó su fuerza interior y logró una increíble transformación.
El siguiente paso para el dulce perrito fue iniciar fisioterapia, el objetivo era intentar solucionar su inestabilidad, dolor, y fortalecer sus músculos.
Sus patitas estaban en mal estado por lo que es necesario múltiples sesiones para que pueda caminar nuevamente. El guerrero Valente disfruta la hidroterapia, se siente seguro en los brazos de su terapeuta mientras nada en el agua.
Los perritos no tendrán voz pero sí hablan con la mirada trasmitiendo el más puro amor.
Es cuestión de tiempo para que podamos ver a Valente caminar como cualquier otro perrito. Se nos agita el corazón de alegría al ver la mirada de Valente y comprobar la grandeza de su alma. Infinitas gracias a todos los que han hecho posible su increíble transformación.
Quizá no cambiemos el mundo ayudando a un perrito, pero para ese peludito su mundo habrá cambiado para siempre. Duele ver tantos ángeles siendo ignorados, humillados y sufriendo, adopta y cámbiale la vida a un perrito vulnerable. ¡Comparte!