Verdaderamente, el mundo animal no deja de sorprendernos y maravillarnos con ejemplos que, nosotros como humanos, debemos agradecer; gestos que de ser imitados por todos, contribuirían a hacer de este mundo un lugar mucho mejor para vivir.
Y es que en cuanto a la maternidad se refiere, los animales nos han demostrado que su entrega no tiene límites y, salvo algunos casos, no dudan en ayudar a las crías más necesitadas que, por cosas del destino, se han quedado solas. Las hembras que acogen a otra cría no biológica como propia, nos dan una verdadera lección de amor a todos.
Un ejemplo es el de Mandy, una dulce gata que acogió y amamantó a toda una camada de gatitos, quienes desafortunadamente y debido al estrés que sufrió su madre, Norway, fueron rechazados y dejados a su suerte.
Norway no pudo ser buena madre
Nuestra historia transcurre en Staten Island, Nueva York, Estados Unidos, donde hace unas semanas fue encontrada una peludita deambulando por las calles en estado de embarazo, quien fue rescatada y llevada al refugio de animales Little Wanderers, donde pudo dar a luz a su camada de cachorritos.
Sin embargo, cuarenta y ocho horas después del parto, abrumada por el estrés se volvió agresiva, y no quería tener absolutamente nada que ver con los bebés.
Mandy y sus bebés adoptivos
“Ha vivido en los terrenos de un proyecto de viviendas de NYCHA durante dos años. Los vecinos dicen que se quedó allí después de que falleció su humano. Salió y nunca abandonó los terrenos de la única casa que conocía”, compartió Little Wanderers.
Debido a los antecedentes, los voluntarios que asistieron a Norway en el parto no tuvieron más opción que separarla de los recién nacidos para preservar su integridad, además de evitarle una mayor tensión y ansiedad a la gata. La colocaron en un hogar de acogida y comenzaron a buscar voluntarios que pudieran cuidar a los gatitos las 24 horas.
Y es, precisamente en este momento cuando aparece nuestra verdadera heroína y protagonista, Mandy, una madre felina lactante, que gracias a sus padres humanos, Tyrone y Megan, fue llevada a socorrer a los pobres gatitos huérfanos.
Todos en el refugio estaban expectantes, sin saber cuál sería la reacción de la minina. Sin embargo, apenas escuchó maullar a los nuevos gatitos, corrió hacia ellos inmediata e instintivamente, desesperada por abrazarlos, arrullarlos y alimentarlos. ¡Increíble! Realmente, una escena que vale la pena ver y compartir
“Mandy instantáneamente comenzó a cuidar a estos gatitos, a lamerlos y amamantarlos. Nos hizo llorar lágrimas de felicidad”, dijo la pareja.
En adelante, Tyrone y Megan trabajaron incansablemente para brindar atención complementaria y asegurarse de que los gatitos aumentaran correctamente de peso y tuvieran una salud óptima para crecer y desarrollarse.
Gracias a Tyrone y Megan y al amor incondicional de Mandy Iota y Mu crecieron sanas
Desafortunadamente, a pesar de sus esfuerzos solo dos de la camada lograron sobrevivir, dos hembritas preciosas bautizadas como Iota y Mu que, según dicen, son cada día más traviesas y juguetonas, pues claro, ya comen por sí solas felices, aunque siempre regresan al tierno y cálido regazo de su madre sustituta. En pocas semanas, irán a un nuevo hogar.
Los animales desarrollan ese “instinto maternal” con más frecuencia de la que creemos, convirtiéndose en madres sustitutas excepcionales, ideales para sacar adelante a esas crías que se han quedado solas.
Comparte esta historia de animalitos asombrosos con tus mejores amigos. Los gatos, perros, o cualquiera sea la especie, son a fin de cuentas, la esperanza que nos mantiene erguidos y caminando siempre hacia adelante. Celebra cada día junto a tu mascota.