Las organizaciones que protegen la vida animal y animalistas independientes se desgastan constantemente en campañas para promover la adopción. Para nadie debería ser un secreto los horrores que se viven en los criaderos de perros y otros animales, que son utilizados para el comercio. Pero si aún queda alguna duda de esta terrible situación, la historia de Strawberry seguro te hará crear conciencia.
La perrita vivía en Australia y era parte de los animales explotados en una granja.
El criadero se encontraba en la localidad de Inverell (Nueva Gales del Sur), y había sido allanado en al menos dos ocasiones por la organización RSPCA sin que lograsen cerrarlo. Pero una operación encubierta realizada por la organización animalista Oscar’s Law reveló no sólo el terrible modo en que vivían los perros del lugar, sino el trato lamentable al que eran sometidos.
Una antigua empleada de la granja decidió romper el silencio y denunciar lo que ocurría en ese lugar, su nombre fue cambiado a Anna por su protección. Según aseguró, al menos 300 perros vivían en el criadero.
Los mantenían aislados en jaulas llenas de orine y excremento.
Ella confesó que los canes sólo podían salir de ese encierro durante 20 minutos diarios, periodo que ellos usaban para intentar asear las jaulas.
“No son limpiadas adecuadamente. Básicamente es sólo agua, no dejaría que mi perro durmiese en alguna de ellas”, dijo Anna.
Sin libertad y en suciedad mantenían a las bellas criaturas.
Lo más desgarrador de su relato fue el caso de Strawberry, una cachorra de bóxer obligada a embarazarse mucho antes de cumplir su primer año. En febrero, la peluda enfermó y fue obligada a parir a sus cachorros, pero sólo tres de ellos pudieron nacer. Lastimosamente, los otros animales murieron en su interior.
“Fue algo horrible de ver, estaba cubierta de moscas y refugio no se preocuparon en ayudarla. Estas despiadadas personas dejaron a los fetos en su interior, sin importar que la vida de Strawberry estuviese en peligro, olía a muerto. El dueño del criadero entró una vez a la perrera de Strawberry y la empujó levemente con un pie, diciéndole ‘¿Ya estás muerta?’, mientras se reía”, reveló la informante.
La perrita falleció, pero sus peludos fueron llevados a una prestigiosa tienda de mascotas en la que fueron puestos a la venta a un elevado precio.
A los dueños de estos negocios no les interesa averiguar de dónde provienen los animales que compran para después vender. Ellos sólo quieren lucrarse y se hacen ciegos ante el sufrimiento que hay detrás de esta industria.
Tienda a la que fueron a parar los cachorros de Strawberry.
Anna trabajó en el lugar sólo unos meses porque necesitaba el dinero pero no soportó todo lo que sucedía en la granja y además de renunciar decidió hacer público el caso de la peluda. Los cachorros de Strawberry fueron vendidos a la prestigiosa tienda Claremont Puppies and Pets y ahora tanto el local como el criadero de Inverell están bajo investigación.
Como esta perrita muchos animales tienen un triste destino fatal por esta industria, por favor comparte la historia de Strawberry y que al menos sirva para que las personas tomen conciencia ¡Adopta, no compres!