Aunque en muchos aspectos los animales pueden ser y comportarse completamente diferente a los humanos, hay algo especial que los asemeja y rompe todas las diferencias que puedan existir entre una especie y otra. Hablamos del amor que una madre pueda sentir hacia sus retoños, ellas siempre hacen hasta lo imposible por protegerlos.
En esta ocasión ha sido una vaca la protagonista de una emotiva escena de amor.
En Australia, una vaquita muy querida llamada Flow se vio en un gran apuro cuando su recién nacido quedó atrapado al otro lado de una cerca de eléctrica.
La madre desesperada sabía que era incapaz de rescatarlo por sus propios medios, esa valla estaba allí precisamente para que ella no pasara, le sería imposible atravesarla en ese momento.
El animal deambuló pensando qué hacer.
Quizás con un poco de fuerza bruta el animal hubiese salido del aprieto por sus propios medios pero ella prefirió utilizar su inteligencia y buscar a alguien más apto para ayudarla. La bovina vio que un motorizado se acercaba por la carretera y comenzó a bramar y mugir para captar su atención.
En su idioma esta criatura estaba pidiendo auxilio.
Por fortuna, el hombre fue capaz de escucharla pese al ruido de la motocicleta y se acercó a ver qué sucedía. Con un poco de temor prefirió mantener cierta distancia con la vaca pero ella buscó la manera de indicarle cuál era el problema.
El animal se ubicó cerca de la valla y miraba con insistencia al otro lado de la cerca para después mirar fijamente al hombre y comenzar a bramar.
Su becerro la necesitaba.
Este procedimiento lo repitió por unos 5 minutos antes de que el sujeto entendiera lo que ella quería decirle.
El ternero de Flow había quedado atrapada del otro lado de la valla y estaba muy cerca de la carretera, a la madre le preocupaba que algo pudiese sucederle y terminara lesionado, así que hizo de todo para que el hombre la ayudara.
«¡Te suplico, ayúdanos!»
Al parecer la vaca había dado a luz pero la cría fue expulsada del lado incorrecto de la valla. No sólo ella estaba preocupada, en un punto del vídeo el resto de ganado se acerca para intentar socorrer a Flow pero era realmente el hombre quien podía hacerlo.
Cuando el motorista finalmente entendió lo que sucedía decidió dejar de lado el miedo y ayudar. Él creía que al tocar al bebé, la vaca reaccionaría violentamente pero eso no sucedió. Al contrario, eso era precisamente lo que deseaba el animal.
Como pudo, ayudó a la cría a cruzar la barda para regresar con su mamá.
Una vez el ternero está en el lugar correcto, se pone de pie y el motorizado conmovido comienza a acariciarlo.
La vaca se aleja un poco para que los chicos puedan despedirse, la madre le ha dado un gran voto de confianza al sujeto pues todos saben lo peligroso que puede ser tocar la cría de un animal que recién ha parido.
Sin duda, esta escena muestra cuán inteligente pueden ser estas criaturas y una vez más nos recuerda que las personas suelen subestimar las capacidades comunicativas o inteligencia de las otras especies, pero ellos sí que saben cómo hacerse entender.
Bravo por este valiente samaritano y esta abnegada madre, comparte la increíble historia y que todos sepan que el amor maternal rompe fronteras.