Si hay un amor incondicional y verdaderamente para siempre, ese es el de los animales. En su corazón puro no pueden albergar más que amor, amistad y sinceridad, al grado de ser capaces de hacer cualquier cosa por sus humanos, incluso hacer las compras en la panadería.
Recientemente, un hermoso cachorrito llamado Juca, quien vive en la región de Ilha Solteira, Brasil, conmovió las redes sociales mundiales con su extrema ternura y fidelidad hacia su dueña, una anciana jubilada que solo cuenta con el cariño de sus animales.
Juquinha, como se le conoce entre los amigos, tiene 8 años; vive junto a su humana llamada Aparecida Silvério dos Reis y con la compañía de sus hermanos perrunos Marilu, Neguinha, Marley, Hercules, Rany y Pandora.
No obstante, él es el único que ayuda a su dueña en la misión de conseguir pan en la panadería y llevarlo a casa. Durante el último año, se ha convertido en el cargador oficial de compras de la señora Cida, como se le llama cariñosamente a la mujer.
Juca ama tanto ir a la panadería y al mercado con ella que, cuando no puede hacerlo, no puede evitar sentirse molesto y enojado.
“Siempre me acompaña cuando salgo a comprar cosas. Comenzó saltando sobre mí, llorando, como queriendo algo. Para que se detuviera, le di una pequeña bolsa para que la trajera, después empezó a llevar las compras y nunca paró”, afirma la mujer.
Pero, el responsable de que Juquinha sea toda una celebridad en las redes sociales es el dueño de la panadería, Lucas Bispo, quien lo capturó en vídeo y no pudo evitar compartir el momento con todos.
“La escena me pareció muy curiosa. Soy un apasionado de los animales, estaba encantado y quería correr la voz, mostrar a los demás lo que pasa en nuestra ciudad”, dijo Lucas.
Cuando llega a la panadería, doña Cida envía un mensaje claro a su perrito: esperar fuera hasta que ella vuelva. La jubilada entra sola y cuando sale da la bolsa a Juquinha. La escena llama la atención incluso de aquellos que ya están acostumbrados.
Es un perrito maravilloso
“Es increíble cómo ama y cuida a doña Cida, y ella con él. Siempre me sorprende ver la escena”, señaló la socia de la panadería, Evelin Kedma Natani.
Después de un viaje que dura poco menos de cinco minutos, el pedido de pan se entrega correctamente. Por el servicio, Juquinha recibe el mejor pago que puede existir para una mascota: amor, cariño y cuidado de parte de Doña Cida.
“Lo trato como si fuera mi hijo. Lo llamo hijo, lo amo mucho y es mi compañero de por vida”, enfatiza la dulce mujer.
No cabe duda de que siempre se puede confiar en un animalito, sin temer ser decepcionados. Por eso debemos cuidar de ellos y corresponder su amor incondicional.
No te vayas sin compartir esta emotiva historia con todos tus amigos y cuéntanos si tienes un perrito igual de especial que el tierno Juca.