Elefantes, leones, tigres, rinocerontes, cebras, chimpancés, cocodrilos, pitones, avestruces, dromedarios, osos, etc. En los circos de todo el mundo se podía ver hasta hace muy poco tiempo a esta larga lista de animales sometidos y convertidos en marionetas para el entretenimiento humano.
Entrenados a través de diversas agresiones físicas y psicológicas, con duras técnicas que los fuerzan a actuar de forma contraria a como lo harían en la naturaleza, todos estos seres vivos han visto vulnerados sus derechos a la libertad y a la vida.
Sin embargo, existen buenas noticias que muestran una cierta evolución en la concientización de los empresarios del espectáculo con respecto a este problema. Como en 2015 cuando el grupo Ringling Bros.
Barnum & Bailey Circus, anunció por primera vez que retiraría gradualmente el uso de la actuación de los elefantes.
Los elefantes asiáticos en Ringling Bros. y Barnum & Bailey Circus se presentaron por última vez el 01 de mayo de 2016 en Providence, Rhode Island.
Por lo que después de 5 años de negociaciones y batallas legales, ha decidido vender sus animales a la Walter Conservation. Fundación que está construyendo un hábitat para estos afortunados paquidermos asiáticos, quienes por fin se mudarán a un hogar mucho más digno y espacioso de última generación, que consta de 1.011 hectáreas.
White Oak, el terreno donde se construye el proyecto conservacionista se encuentra enclavado en el estado de la Florida, Estados Unidos. La anunciada compra de los 35 elefantes asiáticos, supone la comunidad más grande de elefantes en el hemisferio occidental, según la organización, y está programado para completarse en 2021.
Par de elefantes retirados que estaban juntos en 2016 en el circo Ringling Bros
De edad avanzada, los 35 orejones vieron los mejores años de su vida pasar aislados en pequeñas cabinas, yendo de ciudad en ciudad. Pero ahora, el nuevo santuario natural permitirá a los ejemplares elegir entre humedales, bosques y pastizales, salpicados por 11 diferentes pozos de agua.
“Es una oportunidad para que los dejemos volver a ser simplemente elefantes en una situación lo más cercana a la naturaleza que podemos”, dijo Michelle Gadd, quien lidera los esfuerzos de conservación global para Walter Conservation.
White Oak es propiedad del también empresario y dueño de los Dodgers de Los Ángeles, Mark Walter. Su esposa, Kimbra, es quien lidera la Walter Conservation, dedicada a las labores filantrópicas de la familia tendentes a la conservación de la fauna silvestre del planeta.
“Este grupo elefantes, promedian una vida de unos 45 años entre todos. Los hay, desde los más cachorritos hasta algunos de más de 70 años. Todos nacidos en cautiverio, razón por la que no pueden ser devueltos a la naturaleza. Morirían”, aseguró Kimbra.
Según Ed Stewart, presidente y cofundador de Performing Animal Welfare Society (PAWS), una organización sin fines de lucro que adopta animales abusados y retirados, los elefantes asiáticos son una especie en peligro de extinción cuya población ha mermado, al menos en un cincuenta por ciento en los últimos 75 años.
Aunque la mayoría se encuentra en cautiverio y es utilizada con fines agrícolas, el principal enemigo de esta especie se esconde detrás de la caza furtiva que busca saciar su sed de lucro a través del comercio indiscriminado de pieles, colmillos y otras reliquias.
Varios cientos de estos elefantes, más pequeños que los africanos habitan en los zoológicos, santuarios y refugios alrededor de los Estados Unidos. Sin embargo, aún existen muchos que son presa de las malas prácticas que se ejercen en los circos de algunos estados del país donde el uso de animales salvajes todavía es legal.
Si bien no existe una situación perfecta en cautiverio, esta parece una gran mejora para estos elefantes que se lo merecen. Están en un lugar muy parecido a su hábitat y recibiendo la mejor atención posible para dejar atrás su doloroso pasado, comparte este rescate.