Los ideales de belleza canina muchas veces hacen que las personas se limiten a la hora de darle una segunda oportunidad a un perrito que luce distinto a los de su especie. Incluso, son muchos cuidadores que ven la eutanasia como la mejor opción cuando los cruce genéticos no salen como lo esperaban.
Esto fue lo que le pasó a una hermosa corgi que nació con un ojo y dos narices dándole una apariencia bastante inusual.
Su nuevo dueño decidió llamarla Nekku.
Al nacer, los cuidadores propusieron sacrificarla argumentando que no sobreviviría mucho tiempo o que tendría muchas dificultades en el futuro.
Pero por suerte, Jarmo Korhonen, de Finlandia, se enamoró de la perrita la primera vez que la vio y decidió darle la segunda oportunidad que por nacer diferente le estaban negando.
Nekku también es especialmente esponjosa.
Jarmo la llevó a su casa donde la esperaban otros dos corgis, Nissku-Neiti y Karkki. Desde el primer día que el perrito llegó a su nuevo hogar creó un vínculo especial con quienes más tarde se convirtieron en cómplices de travesuras.
Al principio, uno de los perritos Nissku-Neiti, miraba con curiosidad a Nekku por su apariencia, después de unas semanas se trataban como si no hubiera diferencia alguna entre ellos.
Algunas personas le comentan a Jarmo que la perrita debería llamarse Beretta, porque su nariz parece una escopeta de dos cañones.
Ya han pasado ocho años desde que Jarmo evitó aquel trágico final de la dulce Nekku, probablemente su historia hubiera sido otra si este hombre no la hubiera mirado con amor sin pensar en lo diferente que puede ser.
Hoy día esta hermosa perrita está sana y saludable, conquistando no solo el corazón de su persona favorita sino de todos los que la contemplan en la calle. Jarmo dice:
“Si llevamos a Nekku a dar un paseo por la ciudad, es imposible simplemente caminar. Tenemos que detenernos de vez en cuando para responder preguntas y comentarios sobre la nariz, los ojos y el pelaje esponjoso de Nekku; todo el mundo ama su apariencia única”.
Aunque el nacimiento de Nekku fue un error genético para sus primeros dueños, para Jarmo es la perrita más dulce y obediente que existe.
“La mamá y el papá de Nekku son corgis que tienen éxito en las exposiciones caninas y la genealogía se planeó para que los cachorros estuvieran sanos, pero algo salió mal con ella. Los veterinarios dudaron sobre el desarrollo de Nekku y propusieron la eutanasia como solución, pero no quería que eso sucediera”, agrega.
Los primeros cuidadores de la perrita pensaron que sacrificarla sería la mejor opción, ni siquiera pensaron en la posibilidad de encontrarle un nuevo hogar.
Aunque los primeros años la dulce perrita tuvo que enfrentar varios desafíos, los ha superado todos sorprendiendo a Jarmo y familiares con toda su valentía.
La perrita ama escabullirse y recoger dulces grosellas.
Debido que la perrita presentó algunos problemas para comprender algunas dimensiones, lo que provocaba que se golpeara constantemente la cabeza y chocara con los otros perros, Jarmo acordó llevarla a la casa de sus padres quienes tienen un campo abierto.
Actualmente el perrito disfruta de un gran campo y ama las visitas de sus amigos caninos con quienes pasa horas jugando.
Esta hermosa familia llama la atención donde quiera que vayan.
Un verdadero milagro que esta hermosa bola de pelos haya logrado superar tantas expectativas y vencer todos los diagnósticos. No cabe duda que el verdadero amor ve más allá de una simple apariencia.
La historia de Nekku nos demuestra lo mucho que nos podemos sorprender cuando damos segundas oportunidades a los perritos. Por favor, compártela en tus redes y recordemos que todos los peluditos tienen derecho a vivir aunque luzcan diferentes.