Ningún animal debe estar encadenado, y menos un perro inocente. Pero al parecer, una persona sin corazón decidió poner una cadena gigante y pesada alrededor del cuello de una perrita callejera.
Fue un espectáculo que rompió el corazón de un hombre cuando vio a la peluda, pero ahora esta pitbull podría inspirar un cambio real en la forma en que se trata a los animales.
Robert Riojas, de Oklahoma City, estaba en casa cuando recibió una alerta de que alguien estaba en su jardín delantero. Cuando fue a investigar, descubrió una pitbull arrastrando una cadena gigante.
La perrita se mostró amistosa desde el primer instante que vio a Robert. Jamás fue agresiva.
La cadena de más de 13 kilos estaba cerrada con candado alrededor del cuello de la perrita, y Robert pudo ver cuánto sufrimiento le estaba causando.
A medida que el animal avanza, la contundente cadena va dejando un rastro en la hierba del jardín, imagina cómo se debe haber sentido esta perrita solo de arrastrarla.
Definitivamente, esta perrita podría inspirar la creación de una nueva ley en Oklahoma
Robert notó que no solo la cadena era muy pesada, también se enterraba en la piel de la perrita, causándole daño.
¡Por suerte para ella fue descubierta a tiempo, antes de que las cosas fueran aún peores! «No veo cómo alguien puede ser tan cruel, tan inhumano, tan frío», aseguró Robert a los medios locales.
La cadena era enorme y la pobre pitbull caminaba con dificultad
Dado que los pitbulls tienen una reputación injusta de ser agresivos, es posible que alguien pusiera a la perrita con cadenas pensando que atacaría a alguna persona en caso de estar suelta.
Pero Robert descubrió varias cosas: en primer lugar se trataba de una perrita y en segundo lugar, era una criatura dulce, amorosa, tierna, que no se merecía semejante sufrimiento.
«Ella era increíble», dijo Robert. «Todos los que entraban, ella los lamía, se acercaba a ellos, era amigable».
Robert no podía cuidar de la perrita, así que la llevó al Bienestar Animal de la ciudad de Oklahoma. Pero aunque no pudo darle un hogar a la mascota, se encargó de tomar medidas para asegurarse de que ningún otro perro volviera a sufrir así.
Robert no puede adoptarla, pero no se quedará de brazos cruzados ante este delito
Descubrió que poner candado a un perro como este era legal en Oklahoma y quería cambiar eso. Así que se acercó al representante del estado de Oklahoma, Mickey Dollens, con la historia, y el político se sorprendió igualmente de que no existiera tal ley:
“Me sorprendió mucho y me alarmó descubrir que existen pocas leyes que abordan la crueldad animal en Oklahoma”.
Dollens ahora está redactando un proyecto de ley sobre crueldad animal para abordar este problema: «No hay ninguna ley en los libros que diga que no se puede encadenar a un perro sin un collar, una correa adecuada, y eso es algo que queremos abordar».
Él dice que encadenar a un perro podría provocar asfixia y alentó a los ciudadanos a rescatar a un perro si podían.
¡Realmente esperamos que se apruebe esta ley y que ningún perro tenga que sufrir así de nuevo! ¡Comparte esta historia si estás de acuerdo!