John Cassabria pasó de ser un simple repartidor al héroe de una gran historia. Este hombre estaba en el lugar adecuado y en el momento adecuado para realizar la proeza de su vida, y rescatar la vida de un inocente que se estaba ahogando en una piscina.
El mes pasado, este trabajador de Amazon no sólo cumplió con su labor al entregar puntualmente una compra, sino que salvó la vida de un husky de 14 años que estaba en serios problemas.
Este es el primer incidente de este tipo que John experimenta en su trabajo.
Cuando John llegó a una de sus paradas en una residencia de Woburn, Massachusetts, notó unos movimientos extraños en la piscina de la residencia y decidió acercarse a inspeccionar.
En ese momento notó que un perro luchaba por ponerse de pie en medio del agua pero no lo lograba, así que no lo pensó dos veces y el hombre se metió a la piscina. El repartidor no pensó en su teléfono, uniforme o billetera y se lanzó al agua para ayudar al pobre perrito.
La piscina en la que el husky pudo haber perdido la vida.
“Vi lo que parecía un hocico y en ese momento mi corazón dio un vuelco. Salté a la piscina con todo encendido. Reloj con billetera de teléfono. Nada de eso importaba. Pensé sólo en el perro en ese momento”, dijo John.
El único fin de este buen samaritano era salvar al perrito que se estaba ahogando y efectivamente lo logró.
Se trataba de Luka, la mascota de la mujer a la cual debía entregarle un paquete.
El perrito anciano tiene un problema en sus patitas traseras y esto aparentemente lo habría hecho caer de forma accidental al agua. Su dueña, Julie Caldwell, no estaba en casa en el momento del accidente, así que de no haber sido por este repartidor la historia hubiese tenido un terrible final.
“Sucedió que estaba en el momento correcto en el lugar correcto. Repetiría estas mismas acciones una y otra vez si fuera necesario”, expresó el repartidor.
Luka junto a su salvador.
Después de sacar a Luka del agua, John contactó a Control Animal e informó de la situación. Este hombre esperó pacientemente por más de una hora hasta que llegara la persona responsable del perrito.
Al parecer el can se había metido al agua en busca de un hueso que había caído al fondo de la piscina.
Luka no midió el peligro que corría.
Julie estaba tan agradecida con este hombre que decidió escribir una carta a la compañía en la que trabaja para darles a conocer la hazaña y que así valoraran a su heroico empleado.
“Las palabras no pueden expresar lo agradecidos que estamos con él. De hecho, tengo lágrimas en los ojos mientras escribo este correo electrónico. Luka está bien gracias a su maravilloso y valiente empleado”, escribió Julie.
La valentía y buen corazón de John salvó el día y al tierno Luka, eso es valorar la vida sin importar la especie. Comparte esta historia y felicítalo por su gran hazaña.