Separar a una mascota de su familia y su hogar por perseguir un fin económico es un acto realmente vil e inhumano, pero que resulta bastante común en diversos países del mundo. Lamentablemente, el robo de mascotas es un delito de gran envergadura y que ocurre de forma especial en esos países en los cuales existe el comercio de carne de perro, por ejemplo China.
Esta situación la viven a diario muchas familias y en esta ocasión un hombre el Lituania debió pasar por la terrible angustia. A finales de agosto, un perro desapareció en el condado de Kretinga del mencionado país europeo y su familia se dio a la tarea de localizarlo a como de lugar.
El can había sido víctima de un rapto pero lo que jamás imaginaron los delincuentes es que se habían robado al animal equivocado porque su padre humano Sniegė (Snowy), no descansaría hasta encontrarlo.
El perrito raptado en Lituania.
El hombre junto a un grupo de amigos dieron con la localización de su mascota y decidieron ir a su rescate sin imaginar lo que se encontrarían en el camino. Estos valientes llegaron a un almacén en el que se encontraban unos 18 perros de raza atados y en jaulas, de inmediato decidieron dar parte a las autoridades.
El perrito logró regresar a casa pero además de esto su caso puso en alerta no sólo a los oficiales sino a la comunidad entera. Pocos días después del rescate, el grupo de Facebook Gelbėkime gyvūnus iš pragaro (Salvar animales del infierno) compartió un vídeo sobre otro criadero de perros clandestino.
Los animales vivían en terribles condiciones.
Al parecer los canes habían sido raptados y llevados a la granja de cachorros ilegales. Los peluditos del lugar estaban evidentemente maltratados y padecían las más terribles penurias, ni siquiera agua limpia tenían para beber. El bebedero era una bañera con agua vieja en la cual se les había formado moho.
Así encontró Sniegė a su amada mascota.
Lo que parecía ser el simple extravío de una mascota se convirtió en la red de toda una red de comercio ilegal de perros y la noticia tuvo tanta difusión que diferentes grupos de proteccionistas se sumaron en esta investigación.
En sólo semanas ya se han descubierto varias fábricas de cachorros clandestinas que operaban entre los condados de Kretinga, Širvintai y Tauragė.
Los perritos vivían entre escombros.
De no haber sido por el cariño y determinación del señor Sniegė ninguno de estos delitos hubiesen salido a la luz pública. Ahora, diversos refugios trabajan en la atención y reubicación de los animalitos rescatados.
Las autoridades no han dado cifras claras hasta la fecha pero se sabe que se trata de decenas de perritos que habían vivido en las peores condiciones.
La pesadilla terminó para muchos de ellos y esa es una excelente noticia, compártela en tus redes y que el mundo sepa los tratos crueles a los que estos peludos son sometidos.