La presencia de una madre es indispensable para el desarrollo y crecimiento de una cría, sin embargo, en el reino animal muchos animalitos quedan huérfanos cuando sus madres son atacadas por seres insensibles a través de la caza furtiva o mueren en las garras de algún depredador.
Este es el caso de Diria, una tierna cebra con un pasado traumático que solo pudo disfrutar de su madre por pocos días, ya que fue asesinada por una manada de leones.
El incidente ocurrió en el Parque Nacional Tsavo East en Kenia.
Por suerte, la pequeña cría logró escapar del ataque y buscó refugio en un rebaño de cabras. Los primeros días fue atendida por un grupo de pastores, pero más tarde fue trasladada a la Unidad de Reintegración Voi de Sheldrick Wildlife Trust.
Desde entonces, los cuidadores le han dado toda la atención que merece realizando increíbles hazañas para evitar que la pequeña Diria extrañe a su madre.
Los cuidadores la alimentan, la asean y le brindan amor incondicional.
Estos hombres solo quieren que todas las crías huérfanas se sientan cómodas y seguras, por lo que usan trajes de rayas blancas y negras con un intento de simular ser madres sustitutas.
Un portavoz de la organización comentó:
“En la naturaleza, los potros cebra imprimen el patrón de rayas de su madre, por lo que creamos abrigos a rayas idénticos que los Guardianes pueden usar en el deber de cebra, para que Diria pueda imprimir como la naturaleza lo pretendía, sin apegarse demasiado a ningún individuo”.
Los cuidadores dispuestos a devolverle la vida y el amor que se merecen, se esforzaron desde el primer día que llegó la pequeña cebra para hacerlas sentir como en casa y cerca de su madre.
Esta no es la primera vez que los cuidadores usan trajes de rayas, al respecto comentan:
“Hemos empleado esta técnica con muchas cebras huérfanas que hemos criado con éxito a lo largo de los años y detalles como estos los ayudan a prosperar como bebés y eventualmente reintegrarse de nuevo a la naturaleza”.
Diria quedó huérfana, pero gracias a la hermosa labor de los cuidadores no siente tanto la pérdida de su madre.
Por ahora disfruta de todos los cuidados que le ofrecen estos hombres de gran corazón, posteriormente será liberada en un ambiente salvaje.
El verdadero amor logra transformar la vida de estas crías.
Qué hermosa labor la que hacen, sin duda, son esos angelitos que necesitan estas pequeñas crías. Con mucho ingenio pero sobre todo amor incondicional los cuidadores crean un vínculo maternal con las cebras.
Nuestro corazón se agita de alegría al saber el hermoso trabajo que realizan. Comparte y hagamos posible que más personas conozcan esta tierna historia.