La vida para un perrito en las calles puede ser verdaderamente difícil. A veces se ven obligados a pasar días enteros sin encontrar una fuente de alimento, los días fríos pueden convertirse en una pesadilla si no encuentran un techo seguro bajo el cual descansar. Este era el día a día de un hermoso pitbull que hacía vida en las calles.
El perrito fue hallado en Texas, Estados Unidos.
Sin embargo, el peludito se las ingenió para conquistar a unos humanos y hasta se subió a un auto para llamar su atención. Emily y su pareja, Garret dejaron su automóvil en un estacionamiento, Emily estaba algo distraída y no se dio cuenta de que había dejado una de las puertas de su auto completamente abiertas.
Emily y Garret estaban yendo a su clase de yoga.
Un error como este podría convertirse en algo muy peligroso y una vez que regresó su mayor miedo fue pensar que alguien la había robado. Al contrario, la mejor de las sorpresas se encontraba esperándola en el asiento trasero.
“Parecía mirarnos y decirnos ‘Vamos a pasar un rato juntos’”, dijo Garret.
Se trataba del hermoso pitbull. Al parecer, era un perrito de la calle que decidió aprovechar la comodidad de aquel auto para tener un merecido descanso. Emily y su esposo quedaron boquiabiertos al ver la cansada pero amorosa mirada que este perrito les dirigía desde el asiento trasero.
Cuando Emily abrió el auto, el perrito se movió hacia el asiento delantero y no paraba de mover la cola.
Muchas personas podrían haber tomado la decisión de gritar y asustar al pobre perrito. Sin embargo, él había escogido el auto de quienes se convertirían en su familia definitiva.
Lo primero que hicieron fue comprarle algo de comida. El peludito se mostró muy agradecido y en cuestión de media hora ya se habían convertido en los mejores amigos.
“Nos enamoramos de él muy rápido así que esperaba que no fuese un perro extraviado. Quería que se quedara conmigo”, dijo Emily.
Todavía existía la posibilidad de que se tratase de un perrito extraviado así que tenían miedo de encariñarse demasiado con él. Sin embargo, los meses pasaron y nadie respondió a los anuncios que la pareja había publicado en las redes.
Emily y su pareja lo llevaron a un veterinario pero no encontraron ningún microchip.
Era oficial: el cariñoso pitbull recibió el nombre de Buddy y ahora forma parte de esta bonita familia. Lo que empezó como un pequeño accidente se convirtió en la oportunidad de que este pobre perrito necesitaba para dejar atrás los días de penurias en la calle.
Ojalá todos reaccionaran con el mismo amor con que esta pareja supo ayudar a Buddy. No te vayas sin compartir esta inspiradora historia de adopción.