Puede que el mundo esté repleto de noticias trágicas y negativas que terminan por decepcionar a cualquiera sobre el futuro que le espera a la sociedad. Sin embargo, hay gestos y actos de solidaridad que unen a desconocidos con el único fin de hacer el bien y esto es suficiente para reafirmar la idea de que no toda la humanidad está perdida.
En esta ocasión un grupo de pescadores de la zona de Quilca, en Perú, demostraron la grandeza de sus corazones, al ver el lamentoso accidente que había sufrido un perrito callejero. La criatura vagaba por el lugar y cayó súbitamente por un acantilado con más de 15 metros de profundidad.
Lejos de hacer caso omiso, los trabajadores se alarmaron y sintieron tanta pena por el peludo que sabían debían hacer algo. Los hombres no sabían si el animalito estaba lesionado pero sí era evidente la necesidad de sacarlo de esa trampa peligrosa. Por esa razón, los hombres llamaron a las autoridades y en poco tiempo se inició una improvisada operación de rescate.
La policía se arriesgó para ayudar al peludito.
El cuerpo de seguridad que llegó al lugar reconoció el peligro y el oficial César Estrada fue el encargado de realizar la maniobra para ir tras el animal. El hombre descendió hasta la profundidad del acantilado en la cual estaba el asustado can y con ayuda de un equipo de seguridad se mantuvo firme en ese terreno movedizo.
Estrada utilizó una cuerda para sujetar a la criatura y comenzar de inmediato el descenso. Aparentemente el peludín no estaba lesionado pero sí bastante agitado y nervioso, habían pasado un par de horas desde su caída por el barranco.
Allí estaba el peludito agradecido con quienes lo salvaron.
La desesperación del perro casi hace fracasar la operación, pues mientras subían junto al oficial su nudo casi se desata. En ese momento los pescadores que estaban en la cima comenzaron a tirar más rápido de la soga para evitar que la criatura escapara de las amarras y cayera nuevamente al vacío.
Un momento de adrenalina para todos.
Por fortuna, los voluntarios hicieron un gran equipo y Estrada tocó tierra firme junto al callejerito. El animal no sufrió ninguna lesión pese a la altura desde la cual cayó, al parecer la arena amortiguó el impacto evitó que sufriera algún daño.
Una vez fuera del aprieto en el que se había metido, el perrito no paraba de mover su colita y agradecer a los pescadores y oficiales todo lo que habían hecho por él. Sin duda, un excelente rescate que sólo pudo salir bien con la cooperación de todos, la sensibilidad de los trabajadores les impidió marcharse y dejar al perrito morir allí en el acantilado.
Estos hombres son muestra de la verdadera humanidad, comparte en tus redes este asombroso rescate e inspira a todos a hacer siempre el bien ¡Bravo, señores!