La cuarentena obligatoria impuesta por el coronavirus incrementó el tiempo que pasamos con nuestras mascotas, y así como representó importantes cambios para nosotros los humanos también afectó la rutina de los animales.
La crisis económica derivada de esta coyuntura global ha arropado a todos los sectores de la sociedad, afectando no solo nuestro sustento, sino también el de nuestros animales de compañía.
Basta ver el ejemplo de Italia, donde el 40 por ciento de las familias vive con un perro o un gato. Sin embargo, esta situación mundial imprevista ha hecho que también la comida para mascotas y los servicios veterinarios se hayan vuelto inaccesibles para el bolsillo del común de los mortales, equiparándose en costo a cualquier artículo de lujo.
Estos están gravados con un IVA del 22 por ciento, un costo muy alto que no discrimina, y que no tiene en cuenta la importancia que reviste un animal en nuestras vidas.
Más al norte, en Alemania, la tasa de impuesto para la comida para perros y gatos es del 7 por ciento. Mientras que en España sí se aprobó en Consejo de Ministros la reducción del IVA sobre los servicios veterinarios del 21 por ciento al 10 por ciento.
Por ello, haciendo honor al mejor amigo del hombre en el Día Mundial del Perro, que se celebra cada 26 de agosto, las asociaciones más importantes del sector han exhortado al Gobierno italiano a bajar las tasas, al menos al 10 por ciento, como una muestra de voluntad y respuesta ante las necesidades de los seres más vulnerables durante la pandemia.
Ya se había elevado una solicitud firmada por Assalco (Asociación Nacional de Empresas para la Alimentación y Cuidado de Animales de Compañía) y por otros organismos que reúnen a veterinarios y empresas de nutrición animal y medicamentos del ramo.
“El 39,5% de los italianos tiene al menos una mascota (eran 33,6% en 2019 y 32,4% en 2018). En particular, el 20,7% tiene un animal; 9,6% dos mascotas, 5,6% tres y 3,6% más de tres”, aseguró un miembro de la asociación.
Son cifras importantes que impulsan todavía más la exigencia de bajar las tarifas, también realizada por numerosos parlamentarios en los últimos años a través de una serie de enmiendas, que lamentablemente se quedaron engavetadas.
“El Estado, lamentablemente se acuerda del papel que tiene la relación con las mascotas en nuestra vida diaria, sobre todo cuando se trata de ganar dinero”, subrayó la Honorable Michela Vittoria Brambilla, el presidente de Leiden y el intergrupo parlamentario por los derechos de los animales:
Además de los gastos veterinarios, el de la alimentación para mascotas también pesa sobre las familias. Este supera los 2.000 millones de euros, consolidándose como un mercado en crecimiento de más de 556.424 toneladas vendidas. Una ayuda a la economía familiar puede ser un paso importante para adoptar más animalitos sin hogar.
Muchos animalitos se ven desnutridos y enfermos por la falta de una alimentación balanceada y los altos costos de los veterinarios y productos de limpieza se suman a los alarmantes índices de abandono. Comparte esta noticia y alza tu voz a favor de las medidas que favorezcan el bienestar de las mascotas.