La naturaleza es maravillosa, nunca deja de sorprendernos y su creatividad puede eclipsar incluso a las mentes más escépticas. A veces nos encontramos con situaciones un tanto extravagantes y curiosas provocadas por nuestros compañeros del Reino Animal, como la que le ocurrió a Leonardo Díaz, en el tendedero de ropa de su casa.
Y es que este hombre lavó su ropa y la dejó secándose al sol, pero cuando a la mañana siguiente fue a buscarla descubrió que dentro de sus calzoncillos se había formado un nido de “pájaros cucaracheros”, como son conocidas estas aves en la zona de Curazao.
Resulta que Leonardo olvidó recoger la ropa a tiempo, por lo que su novia le pidió que se encargara de ello, no sin un buen regaño previo, ya que tenía varios días a la intemperie y había que doblarla y guardarla antes de que lloviera.
En el momento en que fue a revisar se dio cuenta de un movimiento extraño en uno de sus calzoncillos, y en cuanto se acercó a ver de qué se trataba, un pájaro asomó la cabeza y batiendo sus alas se fue volando.
Lo que nunca sospechó es que dentro, además del ave se encontraba un hermoso nido de pichones con dos huevitos a punto de nacer. De inmediato llamó a su novia y a su hijo, quienes trajeron una cámara para fotografiar a los pequeños y reforzar la débil estructura para evitar que se cayera.
“Me gustó mucho ver este nido, pues esto significa que hay mucho amor en mi hogar, por eso los animales se acercan”, dijo Leonardo.
Con el transcurrir de los días, Leonardo se dio cuenta de que el pajarito ya no se iba del nido como la vez primera, como una advertencia de que no dejaría solas a sus crías ni a sol ni a sombra y las protegería contra cualquier peligro porque, ya no eran dos huevitos, sino que ahora había dos pichones, junto a otro cascarón.
Leonardo decidió compartir esta experiencia en sus cuentas de las redes sociales como algo insólito y a la vez, muy gracioso. Y es que, no es muy común que al revisar tu ropa interior te encuentres a un grupo de emplumados viviendo en ella.
El hecho de que esta familia acogiera de buena gana a estos animalitos habla muy bien de la nobleza y el buen corazón que todos sus miembros poseen. Tal vez otros se hubieran deshecho inmediatamente de las aves, pero Leonardo, su novia y su hijo les brindaron su confianza y hoy pueden admirarlas desde la distancia.
“Fue una experiencia maravillosa, lo que todos quisiéramos ver al salir a nuestros patios”, comentó Leonardo.
Aún queda un huevito por nacer y a los pequeños pichones todavía les falta crecer, así que estarán todavía un buen rato bajo el cuidado de este hombre y su familia que nunca se imaginó que el hecho de haber olvidado recoger su ropa le traería esta grata sorpresa.
Los que siguen mis posts reaccionarán
Publicada por Leonardo Diaz en Lunes, 24 de agosto de 2020
Comparte esta historia con tus seres queridos y celebremos todos la actuación de esta familia, gracias a la cual estos hermosos pichones pudieron nacer y crecer sanos y fuertes.