El llanto de una perrita siempre será lo más desolador y que toca la fibra más sensible de muchos. Especialmente para quienes aman y respetan a estas criaturas inocentes y harían lo que fuera para ahorrarles cualquier sufrimiento.
Afortunadamente, existen personas que son ángeles disfrazados de humanos con un gran corazón siempre dispuesto a ayudar, sobre todo cuando de los más vulnerables se trata.
Stormy es una hermosa perrita con un brillo en la mirada lleno de agradecimiento, tras haber sido rescatada. Cayó accidentalmente en el sistema de alcantarillado de la ciudad.
La pobre perrita permaneció una semana llorando angustiada rogando por ayuda
Los gritos de esta perrita se escuchaban por las ventanillas de las alcantarillas dispuestas en las calles para el drenaje.
Definitivamente, la indefensa criatura tuvo que pasárselo muy mal, sin siquiera saber si algún día sus llantos serían lo suficientemente fuertes como para ser escuchados. Pero en medio de su desconsuelo y derrota, no se dio por vencida.
Lucharía por ser notada sacando su voz más fuerte para que la escucharan
Este lamentable incidente sucedió en las tuberías del estado de San Diego, en Estados Unidos.
El personal de rescate sabía que sacar a Stormy de ahí era un trabajo muy difícil, eran kilómetros y kilómetros de tuberías subterráneas, por lo que cualquier mal movimiento durante las operaciones implicaba un riesgo de enviar a la perrita al abismo.
Esta cachorrita había estado ahí durante una semana y la gente podía escucharla en lugares específicos aullando y llorando.
No nos podemos hacer una idea todo lo que debió sufrir la pobrecita
Esta perrita les hizo saber a todos que estaba allí llorando y pidiendo ayuda y que no dejaría de intentarlo
Sin embargo, muchos cuestionan y señalan a cada vecino que pasó y fue capaz de escucharla. ¿Por qué tuvieron que esperar 8 días para sacarla de ese lugar tan peligroso e inhóspito?
Se ve que esta perrita tuvo su propio ángel velando por ella en cada segundo, hasta que viniera la ayuda justo a tiempo.
Fue así como el equipo de rescate se puso manos a la obra para buscar la manera de cómo sacarla de ahí. El primer paso fue la recopilación de información y diseñar un plan perfecto para no cometer el más mínimo error.
La principal preocupación era mantenerla asegurada y aislada.
“Sabíamos que había una bóveda al final de la línea que no tenía salida hacia otra tubería y el objetivo era llevarla hasta ahí”, dijo uno de los voluntarios del rescate.
Babs hizo un trabajo fenomenal tratando de pasar por los agujeros para que pudieran controlar la operación de rescate.
El equipo usó balones que después inflaron una vez que estuvieran dentro de las tuberías.
También contrataron a una agencia especialista en cámaras para tratar de guiar a la perrita hacia la bóveda de la salida.
Stormy era una vida más que salvar y todo lo que se hiciera por ella era poco para estos héroes:
Cuando el sensor estaba ya en el suelo de las tuberías, todos estaban muy contentos y comenzaron a guiar a la perrita empujándola suavemente por atrás haciendo que avanzara poco a poco a la bóveda de salida.
Finalmente llegó al lugar preparado por los rescatistas para sacarla de las tuberías.
Una vez ahí el personal bajó para tranquilizarla y después subirla.
La mirada de esta perrita realmente hablaba por sí sola, no podía creer que ya estaba libre, que ya había salido de esas tuberías interminables.
Inmediatamente, fue trasladada al centro para su evaluación y confirmar si tenía chip con información sobre su familia, pero tristemente no fue así.
Su recuperación fue satisfactoria.
Ahora es una perrita muy feliz y agradecida, y le buscan un hogar amoroso donde la cuiden para que nunca más tenga que pasar por un susto así. Sus héroes merecen todos los aplausos.