La Oficina del Sheriff en el condado de Salt Lake recientemente emprendió un heroico esfuerzo de rescate para una víctima muy singular: un labrador deshidratado de 60 kilos llamado Leo.
Leo y su padre humano estaban de excursión en el Monte Olimpo cuando el perro decidió de repente que ya había tenido suficiente. Los dos salieron a temperaturas de 38 grados y Leo comenzó a mostrar signos de deshidratación en su caminata.
Leo estaba demasiado sofocado para dar un solo paso más
El humano de Leo intentó mantener a su perro fresco y le dio agua, pero cuando sus esfuerzos no resultaron como él pretendía, pidió ayuda. El equipo de búsqueda y rescate del alguacil del condado de Salt Lake acudió de inmediato al llamado.
Los dos llegaron casi a la cima cuando Leo, el perro, mostró signos de sobrecalentamiento y no pudo continuar. Se acostó y ya no podía moverse solo. El excursionista usó toda el agua que le quedaba para tratar de hidratar y refrescar al perro. Cuando la condición del perro no mejoraba, pidió ayuda.
El perro bebió más de 4 litros de agua debido a su sofocamiento y deshidratación
El equipo explicó que las temperaturas a las que se enfrentaron Leo y su dueño eran demasiado elevadas.
Búsqueda y Rescate envió dos equipos de montaña con grandes cantidades de agua y material especializado para llevar al perro por el sendero y traerlo de vuelta a casa. Con las temperaturas de la tarde acercándose a los 38 grados, llevando mochilas pesadas y sin un lugar para guarecerse, el trayecto se hizo eterno.
Tanto el perro como su amo parecían bastante sofocados, pero corrieron con suerte. Se desató repentinamente una tormenta que fue de mucha utilidad para refrescar un poco la montaña y hacer la espera y el rescate definitivamente más llevaderos.
Trataron de ver si Leo podía caminar con algo de ayuda, pero estaba demasiado débil, así que lo cargaron en una camilla móvil y lo bajaron de la montaña lo más rápido posible. Ese proceso aún tomó varias horas.
El rescate de Leo tomó alrededor de unas seis horas
El equipo estaba fuera de la montaña alrededor de las 10:20 p.m. La Policía Unificada había hecho arreglos con un veterinario local para llevarle a Leo tan pronto como saliera de la montaña.
Afortunadamente, alguien estaba esperando con un automóvil para llevar a Leo directamente al veterinario. Su padre humano estaba bastante bien, por lo que no necesitaba de ayuda adicional.
Leo parecía feliz y aliviado de estar recibiendo la ayuda que necesitaba para hidratarse y salir de la montaña.
El excursionista que estaba con Leo definitivamente tomó la decisión correcta al elegir buscar apoyo adicional para el perro. El verano puede ser peligroso para las personas y los animales, especialmente cuando se enfrentan a temperaturas abrasadoras y un suministro de agua inadecuado.
Caída la noche, el perro estaba feliz de estar fuera de la montaña
Comparte este singular rescate con otras personas en tus redes y recordemos a todos de no exponer a temperaturas extremas a nuestras mascotas, los resultados podrían ser fatales.