Un perrito callejero pasó del sufrimiento y el anonimato al amor y el reconocimiento, después de conseguir un empleo y techo seguro dentro de un centro hospitalario. Por más extraño que suene, puesto que los hospitales suelen prohibir la entrada de animales a sus instalaciones, un callejero filipino ahora es el trabajador más fiel del lugar.
Los días en las calles han quedado atrás para este destacado empleado.
El perrito blanco con manchitas café solía deambular por las cercanías de Hospital del Centro Médico Iligan, Iligan City en Filipinas y cada día se fue ganando el cariño y reconocimiento de los vigilantes del lugar.
La sola compañía del canino y su ánimo bastaron para que los empleados comenzaran a apreciarlo. Los vigilantes de turno sabían que el buen chico los acompañaría en cada jornada, así que solían llevarle algún bocadito de comida para calmar su hambre.
No sólo los vigilantes de turno se encariñarons con este amiguito.
Así, de poquito en poquito, el perrito se fue ganando el cariño de los propios médicos y el resto de empleados del lugar. De tal modo lo señaló Anña Fe Mae Amal, secretaria de la organización de mantenimiento de la salud del centro de salud.
“Todas las noches ve junto al guardia”, dijo Amal.
En el mes de mayo, la junta directiva del hospital aceptó adoptar al animalito y desde el 13 de julio, el peludito sin nombre fue bautizado como Medikal Brownie (Médico Brownie) y se convirtió en el nuevo y único perro guardián del lugar.
Para conmemorar su llegada al hospital, la directiva decidió entregar a este buen chico su correíta y carnet que lo identifican como parte del personal. Además, se pusieron al día con todas sus vacunas y lo llevaron a un chequeo médico para corroborar que todo estuviese bien.
Medikal Brownie ya es parte de la nómina del hospital.
El pequeño había vagado por la zona desde el año pasado y por su solidaridad y constancia obtuvo una gran recompensa que tristemente no todos los perritos callejeros llegan a disfrutar.
«Lo vi por primera vez en el último año, no recuerdo en qué mes, pero todavía era un cachorro. Se acercó a nosotros alrededor de octubre de 2019», declaró Amal.
Medikal Brownie cumple con un horario nocturno, pues está acostumbrado a andar bien despierto por las noches y por esa razón los celadores se volvieron en sus mejores amigos. Si el chico escucha algún ruido extraño corre a despertar a sus compañero y con esa energía que lo caracteriza el peludito se ha robado el corazón de todos.
Medikal Brownie sufrió mucho en las calles pero ya tiene un hogar donde crecer, ¡comparte su bella historia y manifiéstale tu amor!