La caza indiscriminada, erróneamente vista por muchos como un “deporte”, no es sino una forma violenta de “entretenimiento” que separa familias y deja huérfanas a muchas crías. Las víctimas terminan sin vida o gravemente heridas mientras los que practican la caza celebran.
Hoy en día, la mayoría de estos nefastos personajes acechan y asesinan animales por las sensaciones que esto les provoca, no por necesidad. Es raro que los maten rápido, y muchos animales sufren muertes lentas y dolorosas cuando son heridos, pero no mueren.
La organización estadounidense sin fines de lucro Personas por el Trato Ético de los Animales, (PETA, por sus siglas en inglés) publicó un vídeo en donde aparece un hombre identificado como Aaron Raby, natural de California, Estados Unidos, cazando a un elefante para luego posar para las cámaras con su cadáver como trofeo.
Este indigno sujeto cuyo pasatiempo es tomar por asalto la vida de seres indefensos, les dispara con armas a las que estos no pueden acceder, por eso, la idea de la publicación es acelerar una ley estatal que prohíba la posesión de animales salvajes en peligro de extinción: una ley, por cierto, más que necesaria, sobre todo después de ver tal barbarie.
En las imágenes se observa a un elefante joven paseando por un área de caza cerca del Parque Kruger, donde estos se encuentran protegidos.
Sin embargo, debido a la ausencia de una cerca que delimite la zona bajo custodia del área de tolerancia, muchos ejemplares se convierten en objetivos una vez cruzan de terreno, sin darse cuenta.
No es la primera vez que Aaron Raby caza a un inocente animal
Raby, quien no estaba solo, apunta el arma hacia el elefante y le dispara sin más. Cuando cae al suelo, el hombre lo acaba dándole cuatro tiros más de gracia en un acto de la más pura y baja perversidad.
No contentos con la saña e inhumanidad demostrada, para cerrar con broche de oro Aaron y los demás cazadores posaron junto al mamífero muerto para una sesión de fotos, no sin antes cortar un pedazo de su carne y comerla acompañada de tomates y aguacate.
Aaron Raby posando feliz en infame escena
Gracias al vídeo, actualmente el grupo se encuentra bajo una fuerte presión de los medios. Se supo además que el hombre pagó la exorbitante suma de 30 mil dólares para cazar al animal, así 10 mil adicionales, solo por el “placer” de obtener su cabeza como souvenir infame de su expedición.
Por su parte, Raby, quien obviamente ha viajado por todo el mundo cazando y desapareciendo animales por placer, aseguró que las acusaciones en su contra son discriminatorias e injustas, señalando que todo lo que hace se encuentra en el marco de la ley.
“No entiendo por qué la gente se mete en este asunto, que es solo mío. No rompí ninguna ley”, comentó.
Incluso ha afirmado que, de aprobarse el decreto que prohíbe la caza indiscriminada de animales en el estado, él se irá de California. De seguro que le desearemos un feliz viaje sin retorno.
“Estamos en un país libre. Es una injusticia lo que se me ha dicho a través de las redes sociales. Van a poner un veto por culpa de un grupo que no les gusta cazar”, dijo.
La intención de la organización que se encargó de hacer virales las imágenes es que se llegue hasta las últimas consecuencias y se investigue la actuación de Raby. La ley ya se aprobó en el Senado estatal y en las próximas horas se discutirá en el foro de la Asamblea.
Si bien no reviviremos a esta pobre criatura, es nuestra misión evitar que sigan sucediendo hechos tan innobles, motivados por el poder, el dinero y la crueldad. Nada justifica atentar contra la vida de un ser inocente. Comparte y alza tu voz.