Un prehistórico hallazgo ha sido develado por un grupo de investigadores del Instituto de Tecnología de Nueva Jersey (NJIT), la Academia de Ciencias de China (CAS) y la Universidad de Rennes, en Francia. Esta huella memorable de la Antigüedad tiene 99 millones de años y conserva en estado puro un inescrutable depredador.
Se trata del impresionante fósil del pariente extinto de la hormiga moderna, devorándose a una cucaracha, conocida como Caputoraptor elegans. Es un Insecto depredador del período cretácico llamado “hormiga del infierno” (haidomyrmecine), que abrazaba a sus desprevenidas víctimas hasta verlas sucumbir.
Este fósil encerrado en ámbar recuperado de Myanmar, presenta algunas de las primeras evidencias directas que muestran cómo esta y otras hormigas del infierno usaron una vez su instinto asesino para sujetar a sus presas contra sus apéndices, rompiendo sus entrañas con sus mortales mandíbulas en forma de guadaña.
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La forma de alimentación de este insecto ofrece una posible explicación evolutiva de su morfología inusual, y destaca una diferencia clave entre algunos de los primeros parientes de las hormigas y sus contrapartes modernas.
“El comportamiento fosilizado es extremadamente raro, especialmente la depredación. Como paleontólogos, especulamos sobre la función de las adaptaciones antiguas utilizando la evidencia disponible, pero ver a un depredador extinto atrapado en el acto de capturar a su presa es invaluable”, dijo Phillip Barden, profesor de Ciencias Biológicas del NJIT.
Por otra parte, dicha depredación fosilizada confirma algunas hipótesis acerca de cómo funcionaban las piezas bucales de las hormigas del infierno, las cuales movían hacia arriba y hacia abajo en una dirección diferente a la de todas las hormigas vivas y de casi todos los demás insectos.
“Desde que se descubrió la primera hormiga del infierno hace unos cien años, ha sido un misterio por qué estos animales extintos son tan distintos de las hormigas que tenemos hoy. Este fósil revela el mecanismo detrás de lo que podríamos llamar un ‘experimento evolutivo’”, agregó Barden.
Sobre la diversidad de las hormigas del infierno, el equipo de científicos sugiere que las adaptaciones para la captura de presas probablemente expliquen la rica gama de mandíbulas y cuernos observados en las 16 especies de hormigas infernales identificadas hasta la fecha.
De hecho, Barden está convencido de que los primeros ancestros de estos animales integraban funcionalmente las piezas bucales y la cabeza de una manera exclusiva para esta especie.
Según asegura, las consecuencias de esta innovación en el movimiento de la boca son notables. El equipo también realizó un análisis filogenético para reconstruir las relaciones evolutivas entre las hormigas cretácicas y modernas.
El resultado confirmó que las hormigas del infierno pertenecen a una de las primeras ramas del árbol evolutivo de hormigas y son sus parientes más cercanos.
Diferencias evolutivas
Lamentablemente, más del 99 por ciento de todas las especies que han vivido alguna vez se han extinguido.
A medida que nuestro planeta se somete a su sexto evento de extinción masiva, es importante que comprendamos esa diversidad extinta y lo que podría permitir que ciertos linajes persistan o desaparezcan. Comparte este interesante hallazgo.