Durante mucho tiempo el mercado de la moda ha usado la piel de los animales para satisfacer las necesidades y caprichos de las personas, pero en la actualidad eso está cambiando. Y dos jóvenes mexicanos han creado un excelente método que preserva la fauna y el ambiente.
Adrián López estudió Política y Economía, y trabajaba en una empresa de muebles; y Marte Cázarez es Licenciado en Negocios Internacionales, dedicado al negocio de la moda. Se conocieron una noche en un bar en China por intermedio de amigos mutuos de nacionalidad taiwanesa.
Los jóvenes tienen muchos puntos en común: son mexicanos, en la actualidad tienen 26 años, nacieron el mismo día, del mismo año, ambos vivieron en Taiwán y son fieles defensores de los animales, y todo lo que tiene que ver con el ambiente.
Adrián y Marte, orgullosos emprendedores y ambientalistas mexicanos
Han pasado ocho años de su primer encuentro, y juntos crearon una empresa de nombre Cactus Leather. Y desarrollaron una piel sintética, cuya materia prima es el nopal, una planta proveniente del estado de Zacatecas, que pertenece a la familia de los cactus. La marca de la piel de origen vegetal se llama Desserto.
“El objetivo es ofrecer una alternativa sostenible y sin crueldad, sin productos químicos tóxicos, ftalatos y PVC. El resultado, Desserto, el cuero vegano de cactus, es parcialmente biodegradable y tiene las especificaciones técnicas requeridas por la moda, artículos de cuero, muebles e incluso las industrias automotrices”, dijo López.
Son varias las razones que llevaron al ingenioso dúo a escoger el material del nopal: no necesita agua para su crecimiento, lo cual es algo de extrema importancia, ya que se trata de un recurso natural no renovable; se consigue en abundancia en México, y tiene un valor simbólico en el hermoso país azteca.
“La idea de usar este material nació porque esta planta no necesita agua para crecer, y está en todas partes en la República Mexicana. Además, simbólicamente representa a los mexicanos, y todo el mundo lo reconoce como parte de nuestra identidad”, explicó López.
El proceso de elaboración es bastante sencillo, cuando las hojas del cactus están maduras se cortan con mucho cuidado tratando de no lastimar a la planta, y después se ponen a secar por tres días haciendo uso de la luz solar. Desde todo punto de vista es un procedimiento altamente amigable con el medio ambiente.
“El cactus absorbe CO2 durante la noche porque solo cuando el ambiente es fresco, la planta abre su estoma capturando CO2, generando oxígeno, absorbiendo el agua presente en la atmósfera que normalmente proviene del rocío de la mañana. Estas plantas C3 necesitan un promedio de 1,000 litros de agua para producir 1 kilogramo de material, mientras que el cactus solo necesita 200 litros, sin embargo, estos 200 litros son absorbidos por la planta a través de su natural mecanismo higroscópico”, agregó el joven y creativo empresario.
El resultado: un brillante y elegante bolso de origen vegetal
El original producto de López y Cázarez ya está recorriendo el mundo con mucha aceptación. Es una hermosa, necesaria y loable iniciativa que le auguramos mucho éxito. Otros empresarios y emprendedores deberían unirse a procesos orientados a enfoques de este tipo.
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