Nadie espera abrir la puerta y ser sorprendido con un enorme visitante, y mucho menos que este sea un cocodrilo. Aunque parezca de ciencia ficción justamente eso fue lo que le pasó a una familia de Tampa, en Estados Unidos.
Este gran cocodrilo de 2,4 metros emprendió su camino buscando un lugar seguro para dormir, llegó a la casa de esta familia y decidió acostarse en la puerta de la casa sobre la alfombra de “bienvenida” disfrutando de una fresca sombra.
En este hogar la alfombra de bienvenida tiene forma de cocodrilo
La familia hizo todo lo posible para tratar de convencer al enorme ejemplar de que abandonara su puerta, pero él parecía demasiado cómodo para irse a otro sitio.
Sin saber qué hacer, los residentes colocaron un letrero para el cartero.
“¡Parada de entrega! ¡Deje los paquetes aquí! ¡Un cocodrilo en la puerta de entrada! (Es en serio)», decía el letrero.
Karina Sura Paner, gerente de Croc Encounters, dijo que presuntamente el cocodrilo vino de un lago cercano, sin embargo, el lago no está directamente enfrente o detrás de la casa.
La familia llamó a los expertos para pedir ayuda con este visitante inesperado que les había quitado la calma y la tranquilidad.
“El cocodrilo viajó un poco para llegar a la puerta principal de esta casa. Probablemente estaba buscando algo de agua durante la noche. Es posible que al amanecer haya encontrado un lugar con sombra para esconderse», añadió Karina.
Cuando los rescatistas llegaron al lugar notaron de inmediato que al cocodrilo le faltaban dos extremidades, seguramente fue el resultado de un enfrentamiento con otro cocodrilo.
“El cocodrilo estaba bastante contento hasta que nos acercamos a él, momento en el que abrió la boca para darnos un silbido de advertencia», dijo Karina.
La falta de dos de sus pastas no impidió que la labor de los rescatistas fuera más fácil tras intentar sacarlo de la propiedad.
«Cuando lo aseguramos con una cuerda, reaccionó como lo harán los caimanes moviendo la cola hacia adelante y hacia atrás”, añadió Karina.
Aunque el cocodrilo no pudo ser liberado nuevamente en la naturaleza, fue trasladado a un nuevo hogar donde vivirá por el resto de sus días.
Este gran animal ahora vive en un recinto natural al aire libre con un grupo de otros caimanes, y no tendrá que preocuparse de que sus extremidades perdidas sean una desventaja.
Afortunadamente este cocodrilo está a salvo y finalmente ha encontrado un lugar fresco y seguro donde puede descansar todo el tiempo que quiera. No te vayas sin compartir esta historia.