La mayoría de las personas percibe a los perros y a los gatos como enemigos irreconciliables. De hecho, nuestra infancia está forjada de historias de estos dos animales haciéndose la vida imposible con peleas, carreras y todo tipo de accidentes caóticos entre ellos.
Perros y gatos sí pueden ser mejores amigos
Sin embargo, la realidad no es tan traumática y anárquica y hay muchos perros que se llevan bien con los gatos y viceversa: gatos que tienen buen feeling con los perros.
Uno de esos ejemplos lo tenemos en Maggie, una preciosa canina de 13 años que lleva años viviendo con Emma, su humana, en Yorkshire, Reino Unido.
Maggie anhelaba tanto una compañía para pasar sus días, que su madre decidió buscar una nueva mascota para su familia hace un par de meses.
“Tuve otro perro, pero lamentablemente falleció hace 18 meses. Fue muy difícil para mí y para Maggie llorar por ella. Recientemente decidí que un gato amigo sería un gran complemento para nuestra familia”, dijo Emma.
De esta manera hizo su entrada en la vida de Maggie una gatita llamada Minnie, de la que pronto se enamoró perdidamente, al punto de tomarla bajo su ala protectora para cuidarla como si fuera su propia hija.
Cómo no quererla siendo tan dulce
Minnie llegó a casa con Emma hace dos meses. Apenas atravesaron la puerta, Maggie se dirigió a la pequeña recién llegada, llena de emoción y ansiosa por cumplir su sueño de tener a alguien más a quien amar.
La gatita, por otro lado, al principio actuó un poco tímida e insegura, ya que nunca había tenido contacto con un perro antes, pero la dulzura y el candor de Maggie pronto le generaron la confianza debida y se calmó rápidamente.
Antes de que lo supieran, la pequeña felina se estaba metiendo debajo del regazo de Maggie como algo cotidiano, natural, como si siempre hubieran sido las mejores amigas.
Por otro lado, el instinto maternal de Maggie ha aumentado desde que llegó la gatita, la perrita se cierne sobre ella y no la abandona nunca, donde quiera que vaya.
“Creo que Maggie casi piensa que es la madre de Minnie, y se parecen mucho con sus colores y marcas”, comentó Emma.
La minina es una bola de pelos convertida en travesura. Le encanta jugar con la cola de Maggie, atacarla cada vez que no está mirando o sorprenderla furtivamente por detrás.
A la tierna Maggie no le importa, y celebra todas sus maldades siempre allí, para cuando la gatita necesite de ella.
Se han vuelto tan cercanas que, incluso ahora que han pasado semanas juntas, Minnie ha comenzado a adquirir algunas habilidades caninas de su mentora más confiable. Minnie admira a Maggie y ha comenzado a copiarla, tal vez, creyendo que es un cachorro perruno con todas las de la ley.
Todos los días se acompañan y salen a caminar juntas, Minnie vigilada siempre de cerca por su protectora. La gatita encuentra consuelo y seguridad con Maggie, especialmente en los paseos al aire libre, y la dulce senior ha reencontrado su antigua chispa de cachorro con Minnie.
Si te sientes capacitado y tienes los recursos para hacerlo, no dudes en adoptar una mascota para que llene tu hogar de amor y de la ternura infinita que solo estos maravillosos seres saben brindar. Comparte la historia de este dúo perfecto con tus mejores amigos.