La cámara de seguridad puede ser nuestra aliada cuando tenemos un bebé en casa, y un perro de gran tamaño que supervisar.
Paige Knudtson creció con un perrito de raza bóxer que se convirtió en su mejor amigo durante muchos años. En cuanto supo que estaba embarazada, decidió adoptar a un perro similar y poder brindarle a su hijo la maravillosa experiencia de tener un hermano perruno.
Cuando llegó la hora de conocer al bebé, Brutus se comportó como el perro más dulce.
Fue así como el hermoso Brutus llegó a sus vidas. Algunas familias prefieren no tener mascotas cuando hay bebés en la casa, pero Paige sabía que un perrito solo traería beneficios y alegría para el pequeño Finn.
Paige y su familia viven en la ciudad de Richmond en Virginia, Estados Unidos.
Cuando tenía 20 semanas de gestación, Paige recibió la noticia de que el bebé Finn tenía serios problemas en su corazón, una vez que nació el pequeño tuvo que ser trasladado de inmediato al quirófano para ser operado.
Finn es el cuarto bebé que tiene Paige.
Finalmente, Finn llegó a casa con 7 semanas de vida. Se encontraba mucho mejor pero todavía debía recibir muchos cuidados para lograr recuperarse, el bebé conoció a su hermano perruno y la conexión fue instantánea.
Gracias al amor de Brutus y de toda su familia, el pequeño Finn no tardó en recuperarse. El dulce perrito parecía comprender que el pequeño necesitaba mucho amor y de inmediato comenzó a pasar cada instante del día a su lado.
“Desde el día en que se conocieron no se han separado. Toman siestas abrazados y si Brutus se encuentra en otra habitación toca la puerta para poder entrar y estar cerca de Finn”, explicó Paige.
“A Brutus le encanta la atención y le encanta acurrucarse con la gente”, dijo Paige.
Con el paso de los meses, esta bonita amistad no ha hecho más que crecer. La actividad favorita de Finn y Brutus es tomar la siesta juntos, en ocasiones, el perrito subía hasta la cama del bebé y se posaba allí con mucho cuidado.
Ahora, Finn ya tiene una cama de niño grande pero prefiere ir a donde sea que esté su peludo amigo para posarse sobre él. Desde la llegada del Finn, Brutus decidió que él sería su nuevo humano favorito en la familia. Brutus adora proteger a Finn.
Finn tenía 23 semanas cuando se filmó el vídeo.
Recientemente, Paige logró captar en las cámaras de seguridad un momento que dejó a todos enternecidos. Al principio, Finn estaba durmiendo en su cama como cualquiera esperaría.
“Finn se queda al lado de él o simplemente apoya su cabeza en su pecho”, explicó Paige.
Brutus estaba a tan sólo un par de centímetros en su cama de perrito. De pronto, el pequeño se despertó y tomó su cobija muy decidido para ir a acompañar a su fiel amigo peludo.
“Brutus es como un enorme oso de peluche.”, dijo Paige.
Se tomó un par de minutos para encontrar la posición más cómoda e incluso se detuvo a tomar un poco de agua en su biberón. El perrito le tiene toda la paciencia y el amor del mundo, no tiene ningún problema en convertirse en la almohada del tierno bebé.
«No importa si es en la cama del Brutus o de Finn, los dos siempre van a dormir juntos», asegura Paige.
Como es de esperar, el hermoso vídeo se volvió muy popular en cuestión de horas, y también lo fue dentro de nuestra comunidad de Zoorprendente. No hay dudas de que Paige tomó la decisión correcta al adoptar a Brutus para darle un compañero a su bebé. Este hermoso par tiene un sinfín de aventuras por delante.
Finn y Brutus tienen mucho que enseñarnos. Tener una mascota se convertirá en una experiencia inolvidable para los más pequeños de la casa: Pelitos, aventuras y muchas enseñanzas: ¿Qué más podría desear un bebé?