Si conducimos en una carretera cuando está oscuro, es de vital importancia tomar todas las precauciones necesarias para evitar herir a cualquier animalito que pueda pasar por allí.
Muchos mamíferos nocturnos como las zarigüeyas aprovechan estas horas para explorar y buscar alimentos. Lamentablemente, han ocurrido muchos accidentes que acaban con sus vidas.
Las zarigüeyas son unas de las pocas especies de marsupiales que viven en América.
Una zarigüeya que se encontraba con sus bebés estaba explorando cerca de la vía cuando un auto apareció de la nada y la hirió fatalmente. Las crías de zarigüeyas suelen aferrarse a la espalda de su mamá para poder seguirla a todos lados, de manera que también se vieron involucradas en el inesperado accidente.
El conductor simplemente siguió su camino sin detenerse.
Tan sólo uno de los bebés logró salvarse. Afortunadamente, un grupo de rescatistas recibió noticias de lo sucedido y acudieron allí cuanto antes. Era una escena realmente devastadora.
Casi una familia entera había perdido la vida, así que estaban dispuestos a hacer cualquier cosa por salvar al pequeño que logró sobrevivir.
El bebé era tan pequeño e indefenso que se negaba a separarse del cuerpo de su mamá
La llevaron al veterinario y lograron comprobar que se encontraba en muy buen estado de salud. Sólo necesitaba un poco de atención y lograría crecer sano y fuerte, decidieron llamarlo Poncho.
Como estos pequeños necesitan tanto a su madre, acordaron que lo mejor sería buscar una madre temporal para él.
Poncho vive en Carolina del Sur en los Estados Unidos.
Por suerte, en el Fondo de Especies Raras había una perrita perfecta para la tarea, se trataba de una amorosa perrita que nunca había tenido cachorros. Algo les decía que lograrían entablar una buena amistad y el éxito fue prácticamente instantáneo.
La perrita es de la raza conocida como pastor alemán de bata blanca.
Poncho se trepó al lomo de Hantu y comenzó a explorar el mundo junto a su nueva madre. La dulce perrita adora pasar el día entero con él y hasta toman la siesta juntos. Es una amistad que ha dejado a todos boquiabiertos pero que nos recuerda una vez más lo maravillosos que son los animales y todo el amor que tienen para dar.
Ya han pasado más de 3 años y Poncho y Hantu se niegan a separarse.
Poncho y Hantu seguirán viviendo juntos en el Fondo de Especies Raras. Allí, con su emotiva historia, lograrán ayudar a crear conciencia sobre el cuidado a los animales. Nada como un buen amigo para lograr continuar después de los momentos más difíciles y esto fue precisamente lo que la linda Hantu significó para Poncho.
¿Habías visto alguna vez una zarigüeya ser tan amiga de un perrito? No dudes en compartir para dar a conocer este vínculo tan especial.