A veces, adoptar a una mascota también es un asunto de vanidad. Te sorprendería saber cuántas personas prefieren pagar mucho dinero por un perro o gato solo por su raza o rareza, así como la cantidad de personas que abandonan a sus compañeros peludos solo por asuntos como su apariencia o su salud.
Al hablar de esto, entramos en temas muy indignantes como la negligencia. Muchas familias recurren a albergues para dejar en ellos a sus perros o gatos porque ya tienen cierta edad, se les fue diagnosticada una enfermedad o no saben cómo darles los cuidados apropiados.
Otros van un poco más allá: de entrada los abandonan, sin importarle en lo más mínimo el futuro que puedan correr esos animalitos en las calles.
Squirrel es un perrito de esos que fue rechazado por la familia por las razones más indignantes que puedas imaginar.
Squirrel no pudo conservar su patita delantera
Squirrel tuvo un accidente que le costó el bienestar de una de sus patitas delanteras. Fue arrollado por un automóvil y aunque la pata fue tratada a tiempo, los cuidados no fueron los ideales y ocurrió lo peor.
Se hizo necesario amputar la extremidad para salvar la vida del perrito, dejando a la mascota con una cicatriz que no se curaría jamás.
En este video verás la historia de Squirrel
Entonces vino lo peor. Cuando Squirrel regresó a casa con la patita amputada, su familia la rechazó de inmediato. Argumentaron cosas como que el perrito se veía asqueroso y que su apariencia era tan horrible que asustaba a los chicos.
Llegó el momento de deshacerse de Squirrel a como diera lugar, sin importar cómo se sintiera el perrito o si esta decisión podía ocasionarle problemas, como sufrimiento o una depresión posterior. Por suerte, fue a dar a manos del rescate Sidewalks Specials, que opera en Ciudad del Cabo.
Pronto fue rechazado por su familia
Estas personas se hicieron cargo de Squirrel cuando las personas que más amaba en el mundo le dieron la espalda y se propusieron encontrar para él a una familia amorosa que fuese capaz de aceptarlo tal cual es.
Al principio el perrito se sintió muy triste, muy solo, pero como la perseverancia es la principal virtud de las personas que luchan por el bienestar de los animales, estos rescatadores lo consiguieron…
¡Squirrel consiguió una nueva familia dispuesta a amarlo hasta las últimas consecuencias! Ahora se llama Squash y por si fuese poco, tiene a un pequeño hermanito humano llamado Seb, con el que pasa buena parte de su tiempo.
La familia no solo se hace cargo de Squash, también de otro perro y da gusto verlo jugar y correr, como si jamás en su vida hubiese perdido una de sus patas. ¡A veces le negamos las oportunidades a estos seres, creyendo que no podrán superarlo y nos dan lecciones de vida importantísimas!
Ahora Squash está en manos de una familia maravillosa
Si tú también lo crees así, será lindo que compartas la historia de Squash con tus amigos, pues no sabes cuántas mascotas en el mundo pasan por lo mismo que él.