Rescatistas y amantes de animales del mundo entero se encuentran muy preocupados ante la misteriosa manera en que cientos de elefantes han perdido la vida en Botsuana. Se trata de un fe–ómeno sin precedentes y, a pesar de que han pasado un par de meses desde su comienzo, todavía es muy poco lo que saben las autoridades al respecto.
El fenómeno empezó a finales del mes de mayo.
Los elefantes perdieron la vida de manera aparentemente repentina y todavía no se han revelado los resultados de las pruebas de laboratorio. Los primeros cuerpos fueron hallados al norte de Botsuana. Un par semanas después la cifra ya había aumento hasta 169 y desde entonces los números no han hecho más que aumentar.
Hasta los momentos, se han confirmado 350 cuerpos de elefantes.
Nial McCann es el director del centro conservacionista National Park Rescue y se encuentra en el proceso de investigar qué ha causado esta terrible tragedia. Su equipo asegura que podría tratarse de un caso de envenenamiento o un patógeno desconocido.
“No he conocido antes un caso como este. Se ve que algunos cuerpos aparecen caídos de bruces, lo que indica que partieron muy rápido. Otros parecen haberlo hecho más lentamente”, dijo McCann.
En ocasiones anteriores, elefantes han perdido la vida por una enfermedad infecciosa conocida como ántrax, pero aseguran que esto ya ha sido descartado. Los especialistas están estudiando la posibilidad de que se trate de intoxicación por cianuro. Después de todo, se trata de algo que ya han hecho cazadores furtivos para hacerse con los colmillos de los elefantes.
“Algunos testigos aseguraron que han visto a los elefantes caminar en círculos. Es muy difícil decir cuál es la toxina que está causando esto”, dijo McCann.
Sin embargo, todos los cuerpos han aparecido completos y los pocos animales carroñeros que se acercan a ellos no presentan síntomas de envenenamiento. Sin embargo, también ha resultado algo extraño que para ser una zona con tantos cadáveres, hay muy pocos carroñeros alrededor.
La mayor parte de los cuerpos han sido hallados cerca de pozos de agua.
Para obtener respuestas, es necesario realizar una serie de pruebas en los laboratorios pero todo este proceso se ha visto detenido por las medidas de seguridad del coronavirus.
“Esto es un desastre conservacionista. Es triste ver que un país no protege su recurso más valioso”, se lamentó McCann.
Estos elefantes merecen recibir ayuda de manera inmediata. Es evidente que algo muy peligroso está sucediendo y que se deben tomar medidas cuanto antes para protegerlos. Esperamos que se llegue al fondo del asunto para que ningún otro elefante tenga que perder la vida.
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