Los perros son mucho más que compañeros leales. Muchos de ellos son entrenados para acompañar a soldados en los momentos más difíciles de sus vidas y aunque esto a simple vista parece un asunto de mero trabajo, los vínculos emocionales son inevitables.
Vance McFarland es uno de esos hombres que sirvió a los Estados Unidos en Afganistán y de su etapa por aquellas tierras le quedaron cientos de recuerdos, entre ellos su inolvidable amistad con su perro de servicio Ikar.
Ikar hizo más sencillo el paso de este soldado por Afganistán, tan lejos de casa
Vance, oficial del ejército estadounidense, pasó casi tres años tratando de reunirse con Ikar, su compañero de cuatro patas que sirvió junto a él en Afganistán.
Ikar, un perro de detección de explosivos tácticos, trabajó junto a McFarland y su equipo para localizar bombas en la carretera durante su tiempo de despliegue en este territorio.
Nervioso, Vance no sabía si su amado compañero lo reconocería
La experiencia de Vance en Afganistán a veces era buena, otras tantas era muy estresante, por lo que tener con él a Ikar, le facilitó mucho las cosas.
El soldado explicó a los medios que tener a un perro de servicio a tu lado en lugares como estos, «es como tener un poco de casa contigo». Una forma de no sentirse solo.
El emotivo reencuentro de este soldado y su perro quedó grabado en este video
Cuando los dos regresaron de Afganistán, Vance fue notificado del traslado de Ikar a las manos de otra persona. El perro había sido asignado a un contratista independiente que aseguró que tenía trabajo para la mascota, pero al parecer, las obligaciones del perro nunca llegaron y fue entonces cuando comenzó una mala etapa para Ikar.
Durante casi 17 meses, Ikar vivió en una perrera sin trabajo. ¡Fue tan lamentable! Pensar que Vance estaba dispuesto a quedarse con Ikar por siempre… ¿cómo darle la espalda a un animal que se convirtió en tu apoyo, tu consuelo y tu mejor amigo durante tres años de tu vida?
Mission K9 Rescue supo del caso de este perro e intervino para encontrar un hogar adecuado para Ikar. Entonces, contactaron de inmediato a Vance, para contarle de la situación del perro y saber si estaba dispuesto a recibir de vuelta a su mejor amigo.
Cuando Vance escuchó que Ikar había sido abandonado y rescatado de una perrera, se mostró dispuesto a adoptarlo de inmediato.
Ikar no podía estar más feliz de reunirse con su compañero
Sin embargo, le quedaba una gran duda: ¿podría el perro reconocerlo después de tanto tiempo de no verse? Cuando llegó el día de recibir al cachorro, él estaba verdaderamente nervioso.
El momento en el que Ikar volvió a ver a su compañero Vance no pudo ser más emotivo. ¡Era evidente que estos dos estaban predestinados a estar juntos y la verdad era una gran fortuna que la vida les concediera la oportunidad de volver a reunirse!
Este emotivo reencuentro merece ser compartido con muchas otras personas y tú puedes hacerlo con un simple click.