Vivir en la calle es una experiencia que nadie quisiera enfrentar, pero lamentablemente es una realidad que ha cobrado más fuerza por la pandemia del COVID-19 y si sumamos a esta difícil situación las bajas temperaturas, el panorama de quienes no tienen hogar se pone mucho más gris.
Sin embargo, hay personas que aun viviendo en esa situación siempre tienen una mano amiga para ayudar a los más necesitados.
Este par de jóvenes venezolanos se convirtieron en los ángeles de Kupper, un cachorro que presuntamente fue abandonado por la crisis del coronavirus en Lima, Perú.
A estos jóvenes sin techo les podrán faltar muchas cosas, pero sin lugar a duda, la solidaridad no es una de ellas.
Este cachorro encontró cobijo gracias a estos venezolanos que, a pesar de no tener un techo donde vivir por la pandemia compartieron su amor con Kupper, lo vistieron, alimentaron y curaron.
Estos jóvenes llevaron a Kupper al veterinario para ayudarlo a sanar completamente.
“No tenemos ropa, ni recursos económicos, lo que pedimos es que nos ayuden a conseguir un empleo para poder sobrevivir. Nuestra situación ha sido consecuencia del coronavirus.
Yo trabajaba en un hotel, y mi compañero como comerciante informal en unidades de transporte. Nos conocimos en la calle y nos estamos apoyando”, revelaron los jóvenes venezolanos.
Estos buenos samaritanos vieron a Kupper en la calle, estaba muy delgado y demacrado, casi no podía ver. Decidieron ayudarlo porque saben muy bien lo que es tener hambre y sobrevivir en la calle.
“Estaba desnutrido y prácticamente ciego. Agradecemos mucho al veterinario que lo desparasitó y también a la gente que nos ha dado alimento para poder ayudarlo poco a poco. Kupper come mejor que nosotros, siempre nos preocupamos de que nunca le falte su perrarina”, agregaron los jóvenes.
La solidaridad de estos jóvenes pronto contagió a la comunidad que nunca ha dejado a suministrarle alimentos y abrigos no solo para el cachorro sino para ellos también.
“Este cachorro se llama Kupper, estos chicos lo encontraron abandonado y enfermo, y a pesar de sus carencias lo ayudaron a sanarse. Lo llevaron al veterinario, tenía erliquia e infecciones. Ya ha mejorado un montón”, dijo Margareth Chancco Coila en Facebook, una amable vecina.
Margareth agregó que los tres duermen en el parque, viven en la calle en dirección de San Juan de Miraflores, incluso uno de los jóvenes no tiene zapatos.
Ella ha tratado de suplirlos con ropita y comida, pero insta a quien pueda ayudarlos a comunicarse con su número de teléfono 912545115 preguntando por Kupper ó Ronny. La talla de sus zapatos es 39 y 42. Toda ayuda será bienvenida.
Aplaudimos la solidaridad de la gente con Kupper especialmente la de los jóvenes venezolanos que sin tener nada hicieron un esfuerzo por ofrecerle lo que necesitaba. Comparte este acto de generosidad.