El dolor y el vacío que deja la partida de un ser querido es siempre algo indescriptible, por esa razón las sepulturas y memoriales en honor a quien a fallecido sirven de alguna forma para asimilar la cruda realidad. Este hecho es bien sabido por todos, incluso por un perrito leal que no se separó ni por un momento de su dueño fallecido mientras su familia lo sepultaba.
El can acompañando a su dueño hasta el momento en que enterraban su ataúd.
Su nombre es Chito, un perrito mestizo que durante años recorrió las calles de la ciudad de Masaya al oeste de Nicaragua y que ahora lamenta con lágrimas la pérdida de su amado padre humano Omar Mora.
El Sr. Omar solía pasearse por la zona junta al perro en busca de chatarra para vender, por eso era bastante conocido y apreciados por todos en su comunidad. Su fallecimiento conmocionó a todos, así como la lealtad que demostró el can durante el sepelio.
El difunto Omar Mora cargando a su querido Chito.
El día del entierro, Chito parecía saber que sus paseos nocturnos por el malecón habían terminado pues su dueño ya no estaba en este mundo.
Omar Mora González falleció el 26 de marzo a la edad de 47 años. Aunque era relativamente joven, los problemas de salud ocasionados por el exceso de alcohol y la depresión en que se sumió después de la partida física de su madre terminaron por cobrar su vida.
Chito acompañando el ataúd de su padre en la entrada del cementerio.
Para los familiares de Omar, el hombre no había podido superar la muerte de su mamá y cayó en un agujero sin salida.
“No quería comer y yo trataba de levantarlo, dándole suero, tratamiento, pero él ya no quería. Decía: ‘No quiero vivir, no quiero vivir’. Imagino que fue como depresión que le dio”, dijo el hermano del difunto, Denis Mora.
El perrito caminó todo el tiempo al lado del cuerpo de su padre humano.
El 27 de mayo, Omar recibió cristiana sepultura y ese peludo leal estuvo a su lado en todo momento. Chito no sólo acompañó el ataúd durante el tiempo en que la familia estuvo velándolo en la casa, sino que lo siguió la camioneta del cortejo hasta llegar al cementerio.
La tristeza del perrito era terrible y conmovió a la familia de Omar que nunca había visto un gesto de amor como este.
Chito en la procesión camino al panteón.
Impactado por la actitud de Chito, Denis decidió hacerse cargo del peludo y no dejarlo sólo. Para él este es un modo de demostrarle el amor a su hermano.
“Mucha gente dice que está triste, que está deprimido, pero ahí anda él. Siempre en la noche vuelve a dormir en el mismo punto, donde estuvo su ataúd. Es bonita la historia, el perro fue bastante fiel y hasta donde pudo llegar”, escribió el hombre en Facebook.
Denis y Chito en la tumba de Omar Mora.
Ahora Chito intenta adaptarse a su nueva vida sin su padre y la familia ve en el peludo un recuerdo constante de la nobleza de Omar, quien cuidó por años de Chito. Sin duda, este perrito es un gran reflejo del amor incuestionable que hay en los corazones de todas estas criaturas.
Pese al dolor, Chito podrá salir adelante con su tío humano. Comparte su historia y envíale tus bendiciones al triste perro ¡Nadie debería dudar de la lealtad que ellos tienen con sus dueños!