Estos meses de confinamiento han sido realmente duros para muchos y de forma especial para aquellos que viven en situación vulnerable o que simplemente no tiene ni cómo o dónde vivir.
Tristemente esta es la realidad de muchos animalitos callejeros cuyos protectores se encuentran imposibilitados de salir de sus casas por el bloqueo y los han dejado sin esa provisión que le daban desinteresadamente.
Pero estas criaturas no sólo se han quedado sin alimento, sino que ante la soledad en las calles han quedado expuestos a los tratos más crueles de algunas personas.
A este perrito callejero le pusieron un tubo de PVC en su cuello.
A principio de junio se cometió un acto bastante inhumano en Guatemala, donde alguien decidió introducir la cabeza de una perrita dentro de tubo de PVC y dejó al angustiado animal delirando solo en la calle.
La perrita no entendía lo que le habían hecho pero sentía cómo una estructura extraña lastimaba su cuello y le hacía sentir un terrible dolor.
La peluda lloraba desesperada para que alguien pudiese ayudarla.
Esta situación no puede catalogarse como un acto de ocio, sino el reflejo de la maldad en su primigenia expresión y fue denunciada por el residente de Boca, Edvin Antonio, en sus redes sociales.
“Esto me lo reportan del amparo 1 quien puede apoyarnos a quitarle ese plástico a este perrito ella o el anda en estas áreas verdes de los pinos amparo 1 zona 7”, escribió.
La denuncia y solicitud de ayuda hecha por el hombre llegó a los oídos indicados, pues un grupo de jóvenes y fundadores de la organización Fichualis Patrol entraron en acción para rescatar a la criatura y terminar definitivamente con esa lenta tortura.
Momento en que la perrita fue capturada para proceder a liberarla de su agonía.
El par de chicos que se dedica al rescate y cuidado de animales indefensos logró dar con el paradero de la criaturita y con ayuda de una tijera pudieron cortar la pieza para proceder después a retirarla por completo.
“Tras 547 compartidos, Fichulais PATROL si logró hacer el rescate del perrito con el tubo de PVC en el cuello”, informaron los chicos en una publicación.
Instante en que la perrita fue liberada de su tormento.
Pero esto no fue lo único que el dúo hizo por la perrita a quien decidieron bautizar como Amparito, pues después de terminar con su sufrimiento la llevaron con ellos a su refugio. Esta peludita recibió un buen baño y además fue esterilizada.
Los jóvenes esperan que esté completamente sanita para iniciar con la búsqueda de una familia amorosa. Parece que las malas intenciones del desalmado que le hizo eso a Amparito quedaron completamente frustrada pues ahora ella lleva una vida mejor, no obstante estos justicieros continúan en la búsqueda del responsable de este hecho.
Sólo dos cosas cambiaron el rumbo de esta historia, la denuncia de las personas y haber llegado la información a las personas indicadas. Comparte esta historia y recuérdales a todos la importancia de alzar la voz por ellos.