La vida en un refugio puede ser no tan amable para algunos animales, ya que por más que los voluntarios y encargados del lugar intenten hacer todo lo posible porque sus vidas sean amenas, el rechazo de parte de los posibles adoptantes y las largas esperas por la familia indicada puede ser simplemente desolador.
Muchos animalitos esperan por años antes de ser adoptados.
Frente a esta situación y la escasez de plazas en los refugios de animales, algunos de estos lugares tienen una política a favor de la eutanasia que permite poner a dormir a las criaturas con alguna condición médica, de edad avanzada y cuyas posibilidades de adopción sean casi nulas.
El asunto puede sonar bastante horrible y es una alternativa a la que recurren muchos lugares en casos como los de Milo, un gatito anciano y mutilado rechazado por todos.
Milo, un gatito al que le falta un ojito pero le sobran las ganas de vivir.
La vida de este felino no fue para nada sencilla, durante años estuvo sometido a los más terribles abusos y cuando fue rescatado tenía graves lesiones en su rostro. El pequeño fue sometido a varias cirugías y lamentablemente perdió su ojito izquierdo.
Aunque sus rescatistas tenían la mejor de las intenciones, las facturas médicas comenzaron a apilarse en cuestión de semanas y sólo en Milo estaban gastando gran parte de las donaciones que recibía el refugio.
Pese a todo lo que le pasó Milo sigue aferrándose a la vida.
Debido a la angustiante situación y las pocas probabilidades que tenía el gatito de sobrevivir, los voluntarios contemplaron la posibilidad de sacrificarlo y detener su dolor.
Por fortuna, una luz de esperanza llegó para este gatito, un rescatista contactó con Furball Farm Pet Sanctuary, un refugio especializado en este tipo de casos extremos y que le brinda una segunda oportunidad a esos animales que tienen sus días contados.
El personal de Furball Farm llegó justo a tiempo el día en que se había programado la inyección para Milo y gracias a eso el gatito se salvó de morir.
“Los gatos que son aceptados en este santuario son gatos que tuvieron una cita con la eutanasia. Somos su ÚLTIMA esperanza. Sólo aceptaremos gatos de clínicas, rescates, sociedades confiscadas, humanitarias que se consideren inaceptables debido a su comportamiento”, explica el refugio en su página web.
Milo antes de perder su ojito.
La labor que realiza esta fundación es realmente hermosa, pues han salvado a cientos de gatitos de las puertas de la muerte y allí empieza su nueva vida.
“Muy a menudo, después de que un gato formalmente considerado ‘inadoptable’ ha entrado en nuestro santuario, nos damos cuenta de que son gatos dulces que simplemente no se adaptaron bien a la vida en una jaula. Esos gatos estarán disponibles para adopción por una donación. No creemos en la destrucción de mascotas sanas”, agregaron.
Uno de los compañeros de Milo en el refugio que también perdió uno de sus ojitos.
Milo no sólo encontró alargar su vida sino que ahora vive de forma más digna y está a la espera de una familia amorosa, pero mientras esto sucede disfruta libremente su vida en el refugio humanizado al lado de sus nuevos amigos felinos.
A este gatito no le tocaba morir y es una gran alegría saber que existen ángeles trabajando por cambiar el destino de tantas criaturas. Comparte esta historia e invita a tus amigos a apoyar este tipo de causas.