Para muchos repartidores, no hay nada más importante que tener una buena relación con los perros de diferentes hogares. Algunos peluditos actúan como guardianes y son recelosos al ver un desconocido.
Por otro lado, están los perritos como Pippin que se convierten en el momento favorito de toda su jornada de trabajo.
Pippin acaba de cumplir siete años de edad.
Pippin es una hermosa Golden Retriever que adora recibir a los repartidores. No se trata de una enorme amistad con un repartidor en especial. Esta hermosa peludita recibe por todo lo alto a cualquiera que venga de una empresa de envíos.
“Los ama a todos. Desde al cartero hasta al hombre que conduce el carrito de helados”, asegura su dueña.
Tiene un corazón tan grande que no discrimina los uniformes y llena de besos a cualquiera sin importar si se trata del cartero o de alguien de FedEx o UPS. Kayla, su dueña, sabe que su perrita es verdaderamente especial.
“Ella siempre ha sido muy amigable con todos, pero su relación con los repartidores es especial”, asegura Kayla.
Pippin tiene un agudo sentido del oído y sabe cuándo se aproxima algún repartidor. Acude a la entrada a toda velocidad y comienza a mover su colita a los lados. Se niega a calmarse hasta recibir una larga sesión de mimos.
Para la Golden no todo se trata de pedir amor. Un día dejó a un empleado de UPS sin su almuerzo. Pippin subió al auto y se robó un delicioso sándwich.
Pippin vive con su familia en Carolina del Sur, en los Estados Unidos.
La familia quedó muy apenada con lo sucedido pero el hombre se lo tomó todo con mucho sentido del humor. Para un empleado de FedEx, las cosas se tornaron algo complicadas, el pobre hombre sentía mucho miedo cada vez que un perro se acercaba; pero la adorable perrita supo cómo ganarse su corazón.
«Al principio el repartidor de FedEx no se atrevía a acercarse a nuestra puerta», afirma la dueña de Pippin.
Al principio la evitaba por completo pero poco a poco comenzó acercarse más. En muchas ocasiones, Kayla lo acompañó para asegurarle que todo estaría bien y que ella mantendría bajo control a Pippin.
“Trabajamos junto a él y después de un año se convirtió en el mejor amigo de Pippin”, explicó Kayla.
No fue un proceso sencillo, pero Pippin no estaba dispuesta a aceptar que un repartidor no se detuviera a darle mimos. Ahora, el repartido de FedEx se acerca con mucha alegría a la casa de Pippin y se asegura de llevarle deliciosas golosinas.
¿Habías visto una perrita tan cariñosa con los extraños? No dudes en compartir la adorable historia de esta Golden que se especializa en que todos superen su miedo a los perros.