Es maravilloso contar con personas que tienen el alma llena de bondad y que siempre están dispuestas ayudar a los más necesitados, especialmente a nuestros amigos los animales abandonados a su suerte.
Justamente eso es lo que hace este joven durante la pandemia por el COVID-19, quien trabaja en una estación de servicio en el Salvador y le brinda cobijo a los perritos que viven en la calle.
A este joven, cuya identidad no se ha publicado, no le importa el cansancio, el sueño e incluso algunos malos tratos que recibe de ciertos clientes, y con gran amor atiende a estos cachorros que no tienen un hogar.
Afortunadamente, la buena voluntad de este empleado va más allá de la crisis sanitaria y su solidaridad se extiende sobre estos pobres cachorros que sobreviven en las calles desoladas tratando de conseguir algo de alimento, calor y amor.
La situación sanitaria en el mundo es preocupante, y es que nadie estaba preparado para hacer frente a esta crisis que ha cambiado la vida de todos.
A pesar de la cuarentena obligatoria este joven debe trabajar en la estación de gasolina en turnos de madrugada, y aunque puede estar cansado, agobiado y sin aire puro para respirar, nunca duda en ayudar a estos amigos peludos que viven en la calle.
Este trabajador sabe que hay muy pocas personas recorriendo las calles porque son muy contados quienes tienen autorización de salir, y que por consecuencia los animales que viven en la calle no tienen quienes les brinde una mano.
El joven que trabaja en la estación de servicio Texaco, ubicada en Masferrer, al norte de San Salvador, merece toda la admiración del mundo por su inmensa generosidad y solidaridad con estos animales necesitados.
Él no tendrá una casa lujosa y cálida, pero arropa a estos perritos de la calle durante las lluvias. Sin lugar a duda, está haciendo un esfuerzo para hacer su parte para mejorar la vida de estos caninos, y lo mejor de todo, lo hace con mucho amor.
Según información local, este par de amigos peludos son conocidos por los residentes porque se la pasan deambulando por la zona pidiendo comida, y las condiciones climáticas hicieron que buscaran un techo donde refugiarse.
El esfuerzo y el amor de este joven se ve compensado con el más sincero agradecimiento de los cachorros. En medio de esta fuerte crisis el acto de generosidad de este joven es invaluable.
Comparte esta emotiva historia, todos apostamos a que estos caninos consigan un hogar donde puedan pasar el resto de sus vidas.