El perro es el animal doméstico por excelencia y más preciado por el hombre a nivel planetario. Y cómo no, si están dotados de una inteligencia especial que, además de aprender, adaptarse y resolver situaciones, les permite desarrollar relaciones mágicas de amor con nosotros, los seres humanos.
Y es que, ¿a quién no le gusta que lo abracen y lo acaricien? Pues bien, una de las cosas que más les fascina a nuestros amigos peludos es una buena sesión de cariños, abrazos y besos. Mientras más duren, mejor para ellos. Los perros nunca se cansarán de recibir amor.
Dash es un perrito adoptado de un refugio al que acudió Ben Johnson, un hombre que decidió unirse al equipo de voluntarios del mismo y que, una vez que conoció a Dash vio nacer entre ambos la amistad incondicional más grande, única, leal y para toda la vida.
Dash está fuerte y hermoso gracias a su papá humano
Hoy viven juntos y resulta que Dash se alimenta única y exclusivamente cuando su papá humano lo abraza, en señal de agradecimiento por darle un hogar. Lo espera pacientemente y no comienza a comer hasta que recibe su primera dosis de abrazos.
“Al dejar su tazón, espera para comer, menea la cola y te mira hasta que lo abraces. Requiere al menos un abrazo, a veces dos, y ocasionalmente se detiene a mitad de la comida para un abrazo adicional”, comentó Ben de este adorable animalito.
Dash también disfruta de dormir entre los brazos de sus otros hermanos de hogar
Ben decidió enseñarle a Dash la estrategia de los abrazos para comunicarse mejor y generarle confianza, ya que, lógicamente, detrás del animalito existe un pasado lacerante de miseria y de soledad en las calles.
“Lo conocí en la trastienda de la Humane Society. Me puse en cuclillas para no parecer intimidante. Se acercó a mí, puso su cabeza en mi pecho… Puse mis brazos alrededor de él para darle un abrazo durante unos 10 minutos. Cada vez que lo veía después de eso, me empujaba contra el pecho hasta que lo abrazaba”, contó Ben.
Que hermosa escena de amor incondicional
Desde entonces se han convertido en padre e hijo obediente, con una relación de mucho amor. El perro es tan noble y educado que incluso pide el permiso de Ben para poder comer.
Realmente, las relaciones entre personas y animales adoptados son como perlas en la mar, sumamente especiales. Basta con una caricia para que una maravillosa criatura te siga fielmente hasta el infinito, sin pedirte nada más que tu amor en retribución.
Más que una mascota, estos seres maravillosos se transforman en hermanos, hijos, compañeros inseparables de la vida así es que, ¿ya te has preguntado cómo puedes agradecer y retribuir el amor incondicional que te brinda tu peludo?
Además de Dash, Ben tiene un pequeño hijo que se lleva muy bien con su hermano de cuatro patas, pero, de seguro, el más feliz de la manada es Dash, quien jamás deberá regresar al confinamiento y la soledad de un refugio.
Con sus rostros dulces, piel suave, enormes lenguas que cuelgan de sus sonrisas, los perros básicamente nacieron para ser abrazados, al final, ¿qué no son el mejor amigo del hombre? Las muestras de templanza, respeto y cariño por parte de este hombre y su mascota son un ejemplo a imitar. Su mutuo cariño nos hace estallar el corazón de emoción.
Comparte esta historia de genuino amor y respeto con tus seres más queridos y apreciados. Replícala dentro de ti con humildad, y multiplícala en cada una de tus acciones.