Un joven ebrio escaló una de las rejas del zoológico para luchar con Sabina, una osa del recinto que se estaba rehabilitando. Este hombre de 23 años puso en riesgo su vida y la del pobre animal.
Anna Karczewska, portavoz del zoológico lamentó el incidente y aseguró que Sabina había quedado profundamente afectada después del incidente. La osa pudo haber sido sacrificada por la imprudencia de este hombre.
La vida de Sabina ha sido terrible, ella fue criada dentro de una reja diminuta en un cruel circo que la obligaba a aprender trucos para los espectáculos.
No fue sino hasta hace algunos años que Sabina pudo ser rescatada y trasladada a un zoológico donde empezó su proceso de rehabilitación para sanar sus heridas físicas y emocionales.
Aunque era muy difícil conseguir que ella estuviera feliz y tranquila, después de meses de trabajo y cariño Sabina comenzó a vincularse con los humanos y otros animales del recinto.
Sabina se estaba recuperando de los traumas circenses. Pero este sujeto ebrio decidió entrar a su ambiente, luchar contra ella y borrar todo el progreso que había logrado.
Este sujeto saltó al agua del recinto del zoológico de Varsovia, Polonia, sumergió y luchó contra la aturdida osa que no entendía lo que está sucediendo.
Afortunadamente para este joven, los bomberos pudieron rescatarlo y lo llevaron al hospital con solo rasguños menores. Anna dijo que los cuidadores estuvieron a punto de sacrificarla para salvar la vida del joven ebrio que la provocó.
“Sabina estaba sorprendida por las acciones del hombre y ahora está sentada en el agua y rugiendo nerviosamente de vez en cuando. Está bajo la atenta mirada del personal del zoológico”, dijo Anna.
El zoológico tomará todas las medidas legales para llevar al autor de este incidente ante la justicia.
“Los animales estuvieron expuestos al peligro y su bienestar psicológico se vio afectado», dijo Anna.
Sabina escapó y el intruso fue sacado por la Brigada de Bomberos. Por fortuna, Little One, otro oso del recinto, no se unió a la lucha. Si hubiese sido así, este hombre podría haber sufrido lesiones mucho mayores.
Sabina estuvo estresada unas horas después del ataque, lloraba y no respondía a las llamadas de los cuidadores.
Ahora, ella retrocedió al principio y sus cuidadores deberán volver a ganarse su confianza para que pueda estar tranquila y olvide este terrible incidente que le pudo haber costado su vida.
Sabina se merece tener una vejez en paz y feliz. Comparte esta historia, es muy lamentable que sucedan este tipo de imprudencias.