No podemos negar que el amor por nuestras mascotas es algo incalculable, pero eso no niega la posibilidad de regañarlos cuando sea necesario, aunque se nos rompa el corazón algunas de sus travesuras necesitan un límite, es ahí cuando los dueños de mascotas entran en acción y para hacerlos entender que no siempre está bien todo lo que hacen.
Poppy es una de esas mascotas que desde que llegó a la vida de su familia no mostró una conducta similar a otros de su especie.
Se trata de una gatita de 10 años.
Desde que Poppy tenía solo unos meses de edad siempre mostró una especial fascinación por el agua.
No solo le gusta beberla sino jugar con ella de todas las formas posibles, aunque su familia no ha entendido esta extraña obsesión la han aceptado y amado tal como es. La madre de la minina, Lacy Findley, comenta:
«Cuando llegó a nuestras vidas, me preocupaba que tuviera algún tipo de problema renal, pero el veterinario la examinó y dijo que estaba sana, simplemente era una gatita extraña”.
Ya han pasado varios años desde que Poppy llegó a la vida de Lacy y aunque algunas cosas han cambiado su amor por el agua sigue intacto.
Sin embargo, esta traviesa gatita no solo ama el agua, también mirar algunos documentales, acurrucarse con su madre, y recientemente rascarse en la mesa de madera. Algo que le ha traído algunos problemas a la hermosa bolas de pelos.
«A ella le encanta estirarse bien, especialmente en algo de madera. Le guardo muchos artículos diferentes para rascar, pero nunca es tan atractivo como la mesa de café. Con frecuencia la veo rascando la mesa mientras hace contacto visual conmigo”.
En vista de ello, Lacy ha pensado mil maneras para evitar que la dulce Poppy siga rasgando la mesa, así que decidió intentar con una botella de atomizador.
A la mayoría de gatos y perritos les molesta que los rocíen con una botella de spray, por lo que Lacy pensó que funcionaria.
Jugar con agua sigue siendo su pasatiempo favorito.
Pero esto estaba lejos de funcionar, Poppy no pudo resistirse al agua en una botella de spray y terminó amando lo que se supone “debía odiar”.
Para Poppy la botella de spray es una invitación a la diversión.
«Pensé que una botella de spray ayudaría a enseñarle a no arañar los muebles. Ahora rasca muebles de madera cuando tiene sed”, comentó Lacy.
Desde luego que esta estrategia no funcionó por lo que Lacy se dio por vencida, aunque ha decido dejarla jugar con la botella de vez en cuando.
Deseamos pronto encuentre una técnica que funcione, aunque después de todo, quién puede resistirse ante tanta ternura.
Disfruta de las travesuras de tus peluditos que llegan a nuestra vida para hacerla más dinámica y divertida. Motívate a ser parte de la diversión y comparte esta nota en tus redes.