Quien ha tenido un gato sabe cuánto puede llegarse a amar, tanto que podemos sufrir intensamente cuando sabemos que algo malo le pasa, o está en peligro. Una joven belga lo vive en carne propia, y hace todo lo que está a su alcance para salvar la vida de su amado minino.
Está dispuesta a todo por él
Selena Ali es una estudiante de psicología belga de 23 años. Llegó a Cusco, Perú, a principios del año como voluntaria en un albergue de niños.
Visitaba el Catfetín Cat Café, un albergue café de gatos donde los amantes de los felinos disfrutan de su compañía y pueden adoptarlos. Allí conoció a Lee, el minino que le robó el corazón.
Tomó la decisión de adoptarlo, lo desparasitaron, le dieron la primera dosis de la triple felina y le colocaron su vacuna contra la rabia.
En plena cuarentena retornó a Bélgica, y con ayuda de su embajada consiguió llevar a su gato, y se aseguró de cumplir con todas las exigencias sanitarias.
Llegaron a Bélgica y todo estaba bien, pero los Inspectores de la Agencia Federal para la Seguridad Alimentaria (FASFC) pusieron objeciones sobre la permanencia del gato en el país alegando que Bélgica está libre de rabia desde 2001, y no quieren un gato que proviene de un país con alto riesgo de rabia.
El caso es que Lee no tiene rabia e incluso fue vacunado contra ella, pero solo piden que sea sacrificado. A Selena le han hecho varias pruebas para descartar la enfermedad y siempre ha salido bien.
Su vida está en peligro
El 12 de mayo la policía local en conjunto con el inspector de la FASFC invadió la casa de Selena ubicada en Stabroek, en busca del gato para practicarle la eutanasia. Para colmo, exigen que pague 5.000 euros por hora mientras que no deje que el animalito pierda la vida.
“No voy a decir dónde está», dijo firmemente Selena.
La joven buscó la ayuda profesional de un abogado, y argumenta en una publicación hecha en las redes sociales que su mascota está sana, y no presenta ningún tipo de enfermedad, menos aun la que tanto le acusan sus detractores.
“Mi abogado Anthony Godfroid cuestionó la decisión de la eutanasia ante el Consejo de Estado. La región de Cusco donde estaba, ha estado libre de rabia durante diez años.
El Catfetín Cat Café donde cuidaron a mi gatito Lee nunca ha tenido rabia. Desafortunadamente, estos jueces solo miran el procedimiento y están de acuerdo con la FASFC. La embajada que inicialmente me dio permiso para llevar a Lee en el avión también nos dio la espalda”, explicó la joven.
Selena no se ha quedado de brazos cruzados, lucha por salvar la vida de Lee. Y ha conversado con el alcalde del distrito y gremios animalistas, quienes están apoyándola para tratar de solucionar satisfactoriamente el problema que se está presentando.
La próxima presentación se hará el 29 de mayo, pero Selena tiene un poco de temor por su gato. Esperemos que el fallo sea a favor de la vida del gatito.
Comparte esta dramática historia con todos tus amigos, y roguemos para que Lee salga con bien de esta terrible amenaza.