El coronavirus indudablemente ha supuesto un cambio radical en la vida de las personas, y muchos aseguran que ya no podremos ver el mundo de la misma manera. Sin embargo, si algo bueno puede salir de todo esto -vergonzosamente-, ha sido lo bien que le ha venido al Planeta la ausencia del ser humano en las calles, las playas y la desaparición de su mano destructora.
En los últimos días hemos sido testigos de numerosas escenas en que animales salvajes, finalmente tranquilos sin la presencia de humanos, han salido libremente al territorio que algún día les perteneció: su hogar.
Pero una estampa se ha apoderado rápidamente de las redes sociales con la llegada de la primavera en Japón y su tan esperada «floración de los cerezos». Aunque es ciertamente un imponente regalo de la naturaleza que locales y turistas contemplan año a año, esta vez una sorpresa adicional ha cautivado a millones de personas.
Se trata de decenas de ciervos que se apoderaron del Parque de Nara, al sur de Japón
Nara, ubicada a una hora de Osaka, ya era conocida por sus más de 1.200 ciervos y sumado al espectáculo de los cerezos, cada primavera se llena de turistas.
Pero el pasado 7 de abril, el Gobierno japonés declaró el estado de alarma por el coronavirus, lo que obligó a la gente a quedarse en sus casas, mientras el particular y espectacular fenómeno de los cerezos daba inicio a la bella primavera.
Sólo que esta vez los ciervos se sintieron con la libertad de apoderarse del parque a sus anchas, algo nunca antes visto.
Algunos curiosos no pudieron aguantarse las ganas y se encontraron con la idílica escena, como si fuera sacada de la película Bambi: todos reposando bajo los árboles en flor.
Distintas tonalidades maquillan un paisaje libre de turistas y sus cámaras, dando paso a la majestuosidad de la flora y fauna nipona
Es algo muy poco usual, ya que a pesar de que la zona está repleta de estos preciados animalitos, al estar siempre abarrotada de turistas, se sienten intimidados y nunca antes habían podido disfrutar como ahora. Con suerte, algunas veces se los pudo ver acercándose a pedir alimento, pero luego se marchaban.
El video del sol cayendo sobre los cerezos y estas angelicales criaturas desprendiendo toda la inocencia, ha enamorado a más de uno:
Los cerezos en flor (o sakura) pueden verse desde finales de marzo hasta principios de mayo. El fenómeno se presenta primero al sur de Japón y luego se va extendiendo hacia el extremo norte. Cuando los árboles llegan a su punto máximo de florecimiento, el paisaje dura así aproximadamente una semana.
En Japón, la flor de cerezo es uno de los símbolos más conocidos de la cultura japonesa, que representa la inocencia, la sencillez, la belleza de la naturaleza y el renacimiento que trae la primavera.
Durante el año los árboles de cerezo permanecen únicamente forrados de hojas, y están desnudos en el invierno, pero hacia el inicio de la primavera florecen, decorando los parques con su apariencia de nubes rosadas y blancas.
Debemos sentirnos muy afortunados de poder contemplar esta estampa de ensueño, debe sin duda ser un llamado de conciencia para dar un paso atrás y cuidar, respetar y amar la naturaleza, por sobre todas las cosas.