No podemos negar que nuestra rutina se ha visto modificada debido al confinamiento social como resultado de la pandemia del Covid-19, cada quien a su manera ha buscado formas creativas de pasar el tiempo, por supuesto que nuestros adorables perritos no se quedan atrás.
Aún más, si ven a su persona favorita las 24 horas del día, los siete día de la semana. Sin embargo, los peluditos piensan que todo es diversión y aprovechan cada espacio de la casa para convertirlo en su lugar de juego favorito.
Nuestros protagonistas hacen las cosas más divertidas mientras su dueña trabaja.
Esto no siempre es conveniente para aquellas personas que en estos días han hecho de su hogar, una oficina de tiempo completo. Rochelle Andonian es una de personas que está haciendo todo lo posible para intentar desde su casa que su trabajo avance lo más normal posible, hablando con clientes y pautando diferentes actividades a sus compañeros.
Pero sus dos adorables perritos hacen que las cosas se salgan un poco de control y se roben el protagonismo cada vez que Rochelle está en una junta en línea.
Tienen dos Golden Retriever: Salty y Bling
Aunque Rochelle intenta mantener las cosas profesionales desde su casa, le resulta un poco difícil con dos perritos siempre dispuestos a tener toda su atención y convertirse en dos adorables distracciones mientras ella trabaja. Al respecto Rochelle comenta:
«Ahora que estoy en casa, constantemente entran en mi oficina y ponen pelotas de tenis en mi regazo o apoyan la cabeza en mi silla para ser acariciados”.
Desde luego que es difícil mantenerse enfocado cuando tu mascota solo quiere divertirse y ladrar constantemente pidiendo atención. Esto, aunque es muy tierno puede parecer inoportuno para Rochelle y sus colegas lo han notado.
Incluso, en forma de juego a menudo sus compañeros hacen apuestas sobre qué tan rápido ladraran sus perritos.
Ambos perritos se sentaron pacientemente y se tomaron la lección muy enserio.
Para ordenar un poco la situación, Rochelle ha establecido algunas reglas básicas para Salty y Bling. Los perritos han prestado atención a las nuevas indicaciones que incluso fueron explicadas con imágenes para lograr que comprendieran el mensaje.
Sorprendentemente, han aprendido a respetar el espacio de trabajo de mamá, pero esto no quita que sean los mejores y más adorables compañeros. Rochelle comenta:
«De hecho, me mantienen sonriendo incluso algunas reuniones difíciles en línea. Extraño el encuentro cara a cara con mis clientes, pero seguro que disfruto pasar más tiempo con mis perros. Puedo decir que también les encanta”.
Y cómo no sonreír ante dos seres peluditos que te muestran fidelidad y amor incondicional incluso en momentos que pueden parecer inoportunos.
Por suerte, no hay nada que con una charla entre madre e hijos no se pueda arreglar, incluso si es tu hijo canino.
Estos peluditos comprendieron que respetar las reglas hace que la convivencia sea mucho más armónica. Qué bonito fuera que como sociedad pudiéramos ser tan respetuosos y amorosos como Salty y Bling. ¡Comparte!