La amistad y el amor son sentimientos universales y para poseerlos no hay que entienden de diferencias, géneros o especies. Por esa razón ciertas criaturas son capaces de conectarse, aunque la relación entre ellas sea poco usual. Y no nos referimos exactamente a los humanos, sino a otros corazones igualmente puros como los de una familia de orangutanes que decidieron adoptar a unos miembros especiales.
Una pequeña modificación en un zoológico belga fue la excusa ideal para que los simios empatizaran con unos amiguitos bastante diferentes, las nutrias.
Aunque la desigualdad en tamaños es evidente, parece que a las pequeñas les han gustado sus nuevos vecinos y no tienen ningún reparo en unirse a la diversión con los chicos grandes.
Los simios sienten una gran curiosidad y ternura por estos pequeños seres.
Todo sucedió cuando las autoridades del zoológico de Pairi Daiza en Brugelette (Bélgica), optaron por hacer una modificación en la estructura y mudar el río artificial en el que viven las nutrias asiáticas de garras pequeñas hasta donde están los simios.
Aunque existía un poco de temor sobre cómo sería la convivencia entre estas especies, fotografías extraordinarias han dejado claro que todos están felices de haberse conocido.
Los simios Ujian, de 24 años, Sari, de 15 y su hijo Bernai, de 3, suelen saludar a sus amigos inusuales mientras corren por el recinto. Aunque todos se la llevan muy bien, Bernai es quien disfruta más de la compañía pues al ser el más joven siempre está listo para divertirse con estas escurridizas amigas.
Las imágenes son evidencia de que a pesar de sus diferencias desde que ambas familias comparten recinto en el zoológico han desarrollado un vínculo especial.
Gran parte de las criaturas que viven en este zoológico han sido rescatados y sus cuidadores se preocupan mucho por hacer de sus vidas en el lugar algo más ameno para borrar los tormentos que pudiesen haber vivido en el pasado.
“Dos factores son muy importantes para el bienestar de un animal en cautiverio: el tamaño de su recinto, pero también la calidad de su recinto”, dijo Mathieu Goedefroy, portavoz del zoológico de Pairi Daiza.
Goedefroy explicó que el cambió de recinto de las nutrias también forma parte de un programa de enriquecimiento para los orangutanes, quienes se les pone a compartir constantemente con otras especies para ver cómo se relacionan y mantenerlos de algún modo ocupados.
Los orangutanes comparten un 97% de ADN humano así que son bastante hábiles para sociabilizar y capaces de resolver desafíos mentales, físicos y emocionales.
La relación entre ambas especies les ha hecho la vida más divertida en el lugar. Las nutrias están felices de poder salir de su estanque para compartir horas de travesuras con sus vecinos y de forma especial con el pequeño Bernai.
Aunque lo ideal es que todos los animales del mundo vivan en sus hábitats natural, nos alegra saber que al menos estos chicos ya no sufren los tormentos de sus pasados y ahora son queridos y alimentados en espacios donde pueden andar libremente ¡sobre todo! que juntos han hecho un gran vínculo y amistad que los lleva a transformar todos sus días en la más tierna diversión, aunque a muchos les parezca bastante extraño.
En el mundo hay amistades muy curiosas pero no por eso dejan de ser bellas e inspiradoras como la de estos orangutanes y estas nutrias, comparte su historia y contagia a todos con la buena energía que transmiten sus fotos.