Mucho se ha escuchado sobre lo difícil que puede ser la vida en los refugios para cualquier perrito. Ellos están allí con la ilusión de encontrar en algún momento una familia con la cual pasar toda su vida y ¡sí! Cualquiera pudiese argumentar que ellos no tienen consciencia de esto pero está científicamente comprobado lo fácil que los canes se encariñan con las personas.
Ellos sólo necesitan un poquito de amor para entregarte tu lealtad, así que no es sencillo estar un ratito con alguien que te llenó de mimos por un rato y a quien pensaste te sacaría de la jaulita para simplemente no volverlo a ver más.
Esta situación es la que pasan muchas criaturas a diario en los refugios, además de algunos malos tratos que tristemente también suceden.
Pese a todo lo anterior, al historia de este can y su cuidadora es completamente diferente y merece ser no sólo admirada sino aplaudida.
Una chica que trabaja como voluntaria en un refugio no gubernamental en la Avenida Pacaembu, en São Paulo (Brasil), quiso tomarse una fotografía con uno de sus amiguitos más traviesos pero no se imaginó la sorpresa que se llevaría.
El perrito bastante entendido y experto en las nuevas tecnologías comprendió a exactitud lo que la joven quería y sin reparo posó y sonrió para las selfies.
“Estaba en mi trabajo y se sentó a mi lado… Le dije: ¡tomémonos una foto! Todavía no tengo una contigo ¡Y después […] sonrió!», dijo la joven, aún sin creer lo que había pasado.
Para dejarles evidencia a los incrédulos la chica decidió compartir las imágenes en sus redes sociales y mayor evidencia que esa no pudo haber presentado.
«El perrito sale en las fotos luciendo su gran mandíbula como diciendo “¿Querías una fotografía? Acá la tienes”.
La historia se hizo tan popular en las redes que más de un cibernauta dejó sus bendiciones y mensajes de ternura para el perrito y la cuidadora.
«¡Que linda sonrisa la de ese peludito!», dijo un usuario.
Además de eso, más de uno al ver la publicación se motivó a conseguir un empleo como el de la joven de la publicación y ofrecieron enviar hasta sus hojas de vida.
«¡Gente, trabajar en una guardería para perros es mi sueño!», dijo un usuario.
“Hola Dios, soy yo otra vez, por favor ayúdame a trabajar en una guardería para perros, por favor. ¡Gracias! Puedo enviar mi currículum” , dijo otro.
Estas imágenes nos recuerdan lo dulce e inteligentes que son los perritos, además de la felicidad que se tiene al estar rodeados de ellos. Nos contenta que estas fotos se hayan hecho pública pues también muestran la cara amable de lo que se vive dentro de los refugios cuando los cuidadores hacen su trabajo con amor.
Un abrazo para este perrito juguetón y todos sus compañeros del lugar, además para la amable cuidadora. Comparte esta historia y recuérdales a todos lo inteligente y generosos que son estas criaturas.