La crisis mundial que se ha desatado por el brote de Covid-19 y que nos mantiene en aislamiento preventivo, nos ha mostrado diferentes historias que exigen un giro en la mentalidad de toda la raza humana, dándonos lecciones que sí o sí debemos aprender para el futuro.
En la lejana Tailandia, miles de elefantes mueren debido a la escasa alimentación, encadenados en lugares turísticos vacíos. La vida de 2,000 paquidermos, que normalmente son utilizados para pasear turistas depende de una ayuda financiera urgente, ya que sus humanos se han quedado sin ingresos por la nula afluencia de viajeros.
No es un secreto para nadie que la pandemia ha detenido al planeta entero, y la afectación ha permeado a la industria del turismo, que no ha quedado fuera de esta situación de inactividad.
Los paquidermos ni siquiera pueden salir a buscar alimento ya que están encadenados en su mayoría
Pero, como si esto no fuera suficiente, el país asiático está entrando un período de sequía muy severa que ha dejado a los elefantes sin su follaje natural, que es una de sus fuentes de alimento.
Tampoco pueden ser liberados en la naturaleza, ya que se han mantenido en cautiverio desde su nacimiento y es por ello que, sin ingresos para alimentarlos y medicarlos debidamente, corren el riesgo inminente de desparecer para siempre por efecto de la desnutrición y el hambre.
“No es suficiente. Solo cuentan con la mitad de su ración diaria. Su salud está en verdadero peligro”, explicó Kosin, uno de sus guardianes
Un elefante puede comer el 10 por ciento de su peso corporal por día; eso significa unos 400 kilogramos de hierba, hojas, frutas y verduras, y mucho de esto tiene que comprarse y transportarse hasta ellos, lo que se ha hecho imposible en medio de la pandemia.
En vista de esta crueldad invisible a la que han sido sometidas estas hermosas creaciones de la naturaleza, alrededor de 85 campamentos de estos animales al norte de Tailandia ya se han visto obligados a cerrar sus puertas, desamparando a aproximadamente 2.500 de estos ejemplares que continúan luchando por sobrevivir.
Antes del surgimiento del coronavirus, ya las condiciones de vida de estos preciosos seres eran bastante extremas, debido al trato inhumano y brutal que reciben en la mayoría de estos parques y que, lamentablemente es una realidad escondida porque lo que importa es el negocio.
“Cuesta casi 120 dólares alimentar a un elefante durante una semana, y eso sin contar los suplementos, medicamentos, tarifas veterinarias y costos de funcionamiento del parque”, aseguró Katheryn una conservacionista de World Animal Protection.
Miles de paquidermos están necesitando de toda nuestra ayuda, hoy, más que nunca, por lo que la Organización Mundial de Protección Animal ha exhortado al mundo sobre la necesidad de crear una campaña para recaudar fondos para proporcionar alimentos y medicamentos, en un intento por mantenerlos con vida en estos tiempos turbulentos.
These Elephants In Asia Need Your Help
The coronavirus crisis is having a devastating hidden impact on Asia’s elephants… Here’s how YOU can save them World Animal Protection UK
Publicada por UNILAD Adventure en Viernes, 24 de abril de 2020
En lo sucesivo, debemos tener una mayor conciencia en lo que se refiere a la forma en que son tratados los animales utilizados para el turismo. Si no eres capaz de encadenar a un animal en libertad, mucho menos deberías hacerlo con uno que se encuentre cautivo.
Ojalá que los efectos devastadores de este terrible virus y el sufrimiento que ha causado nos haga pensar diferente, hacer las cosas diferentes. Tenemos que asegurarnos de que las necesidades de los elefantes, y de los animales, en general, se antepongan a las necesidades de los turistas. ¡Difunde, por favor!