Imagina vivir afuera atado con una cadena corta y que tu único refugio fuese una casita para perros demasiado pequeña como para que puedas entrar o pararte dentro.
En estas condiciones vivió un perro en Grecia durante seis años, hasta que finalmente fue rescatado.
En esta caseta para perros, Libby estuvo encadenada por años
Takis, un hombre que fundó un rescate de animales en Grecia, recibió la llamada de una de las vecinas, que le aseguró que había una perrita amarrada a la intemperie, que se encontraba en muy malas condiciones.
Takis comenzó a trabajar en su proyecto Takis Shelter después de notar todos los perros y gatos callejeros desnutridos en su ciudad natal.
Se negó a mirar hacia otro lado, ya que muchos animales sufrieron, por lo que dedicó su vida a rescatar y cuidar a más de 300 perros, 50 gatos, 6 cabras y 2 ovejas.
Takis llegó a la casa donde estaba encadenado el animalito descuidado y convenció al dueño para que la entregara.
Se acercó lentamente mientras la perrita estaba asustada y ladrando. Se estaba protegiendo a sí misma, porque los humanos nunca le mostraron ninguna amabilidad.
Libby había sido encadenada en un patio cuando solo tenía dos meses de edad. En este video verás su rescate
Dog Chained Up For 6 Years Is Free For The Very First Time
Dog chained up for 6 years is free for the very first time 🙏
Publiée par The Dodo sur Mardi 10 mars 2020
Se encogió en la parte trasera de su pequeña casa con miedo en sus ojos. Takis comentó lo largas que eran las uñas de la perrita y lo delgada que era.
Le habló en voz baja y le dijo: «Seremos amigos». Como los perros son un gran juez del carácter, al cabo de unos minutos se dio cuenta de que Takis era un buen hombre y estaba allí para ayudarla.
Poco a poco, Takis fue ganando el corazón de Libby
Cuando ella salió de la caseta, él notó que sus patas traseras «no eran normales». Pensó que tal vez había nacido de esa manera, pero Takis descubrió que los negligentes propietarios la habían encadenado desde que tenía dos meses, y nunca le permitieron moverse libremente.
Soltó a la perrita de la cadena y se la llevó consigo, la llamó Libby. Este animalito nunca más volvería a estar atada a una cadena.
Takis cargó a Libby entre sus brazos y la sacó del lugar que había sido su «prisión» por mucho tiempo
De ahora en adelante era libre para correr, jugar y disfrutar a plenitud de ese derecho.
«Ahora está libre», dice Takis cuando Libby se da cuenta de que ya no está atada a una cadena y que cuenta con toda la autorización para caminar y correr en el refugio.
Justo después de llegar al refugio, Libby comenzó a menear la cola y jugar con otros perros. La luz volvió a sus ojos y encontró una meta cuando encontró cachorros abandonados que acababan de llegar al refugio.
Ella se convirtió en una madre para ellos y, aunque los cachorros ahora han crecido, todavía juegan juntos. Libby es feliz y saludable y pasará el resto de su vida deambulando libremente en el refugio.
Ahora Libby vive tranquila, con la posibilidad de moverse a sus anchas, sin malos tratos
Si te conmovió esta anécdota, que demuestra cuánto daño podemos hacer a los animales solo por actuar con negligencia o egoísmo, compártela con otros.