Estar encerrado en la casa las 24 horas del día no es cosa fácil. A veces parece que el planeta tarda más de ese tiempo en darle la vuelta al sol. Es una situación inédita que debemos afrontar cada vez con mayor paciencia y tratar en lo posible de que el pánico y la desazón no se apoderen de nuestros hogares.
No obstante, los días que vivimos han provocado en personas y mascotas una nueva manera de vivir y, en muchos casos hemos visto cómo animales de diferentes especies se han asociado para hacer frente a esta pandemia que nos tiene literalmente caminando por las paredes a todos. Tengamos calma.
Veamos a continuación la historia de un par de personajes que también han tenido que cambiar radicalmente sus vidas en cuestión de minutos. Se trata de un perrito de raza pitbull fanático de las caricaturas, y de un pájaro que pasa horas postrado encima de él frente a la televisión.
Cuando no está pernoctando en su jaula, que siempre permanece abierta, el ave sale en busca del cuadrúpedo para acompañarlo y distraerse también frente a ese gran mago de cara de vidrio que es la tele.
Increíblemente este perro ni se inmuta cuando el pájaro se le posa encima como si fuera el más cómodo sillón para descansar y disfrutar de sus programas favoritos. Y es que, mientras se hagan compañía, no habrá encierro alguno que coarte el amor que se profesan mutuamente.
¡Es una dulzura!
Eso sí, si la situación fuese distinta, no me atrevería a asegurar que este canino no habría hecho todo lo posible por almorzarse de un solo mordisco a este emplumado. Sin embargo, el aislamiento los obligó a hacerse los mejores amigos.
Una vez más, los animales nos están dando una gran lección a los humanos que no deberíamos desaprovechar.
“Me muero de la risa al verlos impasibles frente a la pantalla, el ave sobre el hocico del perro, sin inmutarse. Solo les falta un tazón de palomitas de maíz”, dice con gracia la humana de ambas mascotas.
Y es que, desde diciembre pasado cuando se desató en China la ya tan manida pandemia, gran parte de la población mundial se ha tenido que encerrar en sus casas para prevenir el contagio y no colapsar los sistemas de salud. Nada fácil, ¿cierto?
La cuarentena nos ha enloquecido en el buen sentido y, en la mayoría de los casos ha sacado lo mejor de nosotros.
En las imágenes tomadas por la mujer, se aprecia cómo el relajado perrito ni siquiera pestañea cuando el ave viene a visitarlo en su cabeza, y hasta revolotea alrededor de su hocico y nariz, con tal de no perderse un segundo de su programa favorito.
El perro lo mira fijamente, mientras el alado se acomoda encima de su improbable nuevo mejor amigo y, una vez allí, el perrito se da vuelta y sigue mirando TV, como si nada. Unos segundos más tarde, el pájaro se harta de tanta inacción y se va volando directo a su jaula.
Cuánta ternura y complicidad puede haber en un par de animalitos. Gracias por hacernos la vida más feliz en estos días.
Comparte esta increíble historia de convivencia pacífica. Ciertamente, la cuarentena nos ha cambiado a todos, y esta sorprendente amistad entre animales supuestamente improbable, así nos lo demuestra.